¿Democratización de la Justicia?

El pasado lunes 08 de abril el Ejecutivo Nacional envió al Congreso una serie de proyectos de ley destinados a modificar aspectos del Poder Judicial bajo la consigna “Democratización de la Justicia”, entendiendo que ésta se alcanza sencillamente con comenzar a juzgar no según lo que establece nuestra Constitución, sino de acuerdo a lo que considere una mayoría determinada en un momento determinado.
Y si bien celebramos el debate que se ha generado en nuestra sociedad en estas últimas semanas, ya que entendemos que es necesaria una reforma del Sistema Judicial de nuestro país, creemos, como lo ha manifestado Alberto Binder, que lo imprescindible es lograr “que la administración de justicia sepa acompañar el crecimiento y desarrollo de una sociedad plural, dinámica, tolerante e inclusiva.”
Democratizar la justicia implica acercarla a los sectores vulnerables y excluidos, a aquéllos que actualmente no acceden a los tribunales porque ni siquiera pueden reconocer cuando un derecho está siendo vulnerado. Es garantizar la igualdad real de todos los ciudadanos frente a cualquier acto del gobierno y la protección de sus derechos frente a esos mismos actos. Es, en definitiva, hacerla eficaz

Nada de esto busca el oficialismo que sólo persigue la posibilidad de apropiarse del único Poder del Estado que no le es enteramente cómplice. No busca eliminar la lógica corporativa, sino por el contrario, busca ensanchar su propia corporación, poniendo en juego así el gobierno republicano, manteniendo el armazón burocrático alejado de la sociedad en que se han convertido los tribunales de nuestro país pero ahora para su propio provecho, es decir, para perpetuarse en el poder con la mayor impunidad posible. 
Lejos de alcanzar una verdadera democratización, este conjunto de proyectos ensancha la brecha entre la Justicia y quienes no acceden a ella, mediante trabas a las cautelares contra el Estado que ponen a éste en una situación ventajosa, cuando en realidad tales medidas fueron pensadas para beneficiar a los ciudadanos más débiles, o la instauración de nuevas instancias judiciales que termina por forzar a los pobres a negociar el juicio en una situación desventajosa, ya que soportar un proceso que se extiende indefinidamente en el tiempo es algo que sólo aquéllos con cierto poder adquisitivo pueden hacer.

Frente a estos hechos que no son más que nuevas manifestaciones del “VAMOS POR TODO”, creemos que la ciudadanía no se debe quedar quieta y es por eso celebramos que los ciudadanos sin banderas partidarias ni intereses mezquinos, sintiéndose protagonistas de la historia del país, convoquen a una marcha en las diferentes plazas de Nuestra Nación, manifestando la disconformidad con el actual avasallamiento a las instituciones del que todos somos testigos, ya que es mediante la participación activa de la ciudadanía que la DEMOCRACIA SE HACE EFECTIVA.

MNR Litoral
Por una Universidad de Mayorías para una Patria de Iguales