8 de marzo – Día Internacional
de la Mujer
La historia de esta fecha…
El 8 de marzo como Día Internacional
de la Mujer fue propuesto por la alemana Clara Zetkin, integrante del sindicato
internacional de obreras de la confección, en Copenhague en 1910 durante el Congreso
Internacional de Mujeres
Socialistas.
La elección del 8 de marzo como día
de reconocimiento de las luchas femeninas por una real igualdad, no radica en
un acontecimiento único, pero se asocia generalmente a las numerosas huelgas y
movilizaciones de las trabajadoras a comienzos del siglo XX. Las más
significativa, y asociada con el día, es la del grupo de costureras de Nueva York, que en
el año de 1909 apoyadas
por su sindicato, decidieron tenazmente ocupar la fábrica textil en donde
trabajaban, para exigir igualdad de salarios y una jornada de trabajo de 10
horas; lamentablemente este movimiento terminó con un incendio en el que
murieron 146 costureras y otras más resultaron heridas, dos años después cuando
se retomó nuevamente la huelga.
Sin embargo, fue recién en 1975,
donde Naciones Unidas, en ocasión de la celebración del Año Internacional de la
Mujer, establece el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, y desde
entonces esta fecha se celebra en todo
el mundo no solo para homenajear a quienes fueron las pioneras de las demandas
por la igualdad de derechos entre varones y mujeres, sino para reflexionar que
a pesar de los inmensos cambios y avances producidos en las últimas décadas aún
no existe ningún país en el mundo donde las mujeres gocen de iguales derechos y
oportunidades que los hombres.
Situación en nuestro país…
En nuestro país, desde fines del
siglo XIX la lucha de los movimientos feministas[1], se centraba en los derechos
laborales de las mujeres y en el sufragio femenino. El 7 de marzo de 1920,
la Unión Feminista Nacional fundada por Alicia Moreau de Justo y el Comité
Pro-Sufragio Femenino, aprovechando las elecciones municipales en la ciudad de
Buenos Aires, realizaron un simulacro de voto en donde 4.000 mujeres expresaron
la necesidad de cambiar el orden de las cosas. Pero fue recién en el año 1947 cuando se
sancionó la ley Nº 13.010 que estableció el voto femenino en nuestro país.
Diversos han sido los avances que se
han dado a lo largo de la historia de nuestro país, como ser la ratificación, y
posterior incorporación en la Constitución Nacional, de la Convención de las Naciones
Unidas sobre la eliminación de todas las
formas de discriminación contra la mujer, que no solo define lo que se
considera discriminación contra la mujer, sino que establece algunas
modificaciones legales para su erradicación.
Además, el año pasado se ha aprobado
la ley nacional de Protección Integral
para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, que
tipifica la violencia de género estableciendo cinco (5) modalidades y sus
formas de manifestación, dándole así un enfoque integral y amplio a la
temática.
Por último, uno de los hechos más
recientes en materia de igualdad de género es la iniciativa provincial para los
próximos comicios de unificación de los padrones electorales, eliminando la
división sexista de los mismos. Una cuestión impuesta históricamente y que aún
en el siglo XXI tiene lugar en países como el nuestro, aun cuando iniciativas
como el cupo femenino en las listas electorales dejan ver que la lucha por la
igualdad de los derechos jurídicos ha tenido importantes avances.
Los desafíos actuales…
Todos estos hechos dan cuenta de
conquistas históricas que hemos logrado l@s ciudadan@s en pos una sociedad que
puja por la igualdad de acceso a los derechos y oportunidades entre mujeres y
hombres. Sin embargo, sabemos que todavía son muchas las problemáticas que restan
por resolverse para lograr una
sociedad más justa, equitativa e igualitaria, que posibilite la verdadera liberación
de las mujeres y hombres. Pero creemos que un aporte para el logro de esa
sociedad, es la visibilización y superación de la discriminación basada en el género,
establecida en una construcción
social que a lo largo del tiempo ha asignado roles y atributos a las personas a
partir del sexo biológico, convirtiendo la diferencia sexual en desigualdad
social, política y económica, es necesaria
La trata de blancas, la violencia de
género, la inequidad laboral, la brecha de ingresos, la ilegalidad del aborto y
las expresiones sexistas y estereotipadas de nuestra cultura y de los medios de
comunicación, son todos indicadores que a nuestra sociedad patriarcal aún le quedan muchas
cuentas pendientes para
garantizar la plena igualdad de derechos y oportunidades.
Estamos convencid@s que el
logro de una igualdad de géneros debe darse con el trabajo conjunto entre
mujeres y hombres. Es por eso, que este 8 de Marzo queremos llamar a toda la comunidad en
general, y a la universitaria en particular, a conmemorar el día reafirmando
el compromiso de promover el reconocimiento, pleno goce y ejercicio de los
derechos políticos, sociales, culturales, civiles y económicos de las mujeres
en igualdad real de condiciones con los hombres, que nos permita avanzar en la
eliminación de todo tipo de discriminación de género.
"El porvenir de
la humanidad exige que la mujer sea considerada como el igual del hombre. Igual
en derechos, en oportunidades, en tareas, en responsabilidad. Cuanto antes se
llegue a esta igualdad, que es social, no biológica, ni psíquica, antes se
alcanzara un estado superior de entendimiento y armonía entre los grupos
humanos."
Dra. Alicia Moreau
MNR Económicas
Regional Litoral
[1] Cabe
aclarar que el feminismo es un movimiento ideológico y político que aspira a la
igualdad de derechos de mujeres y hombres. Mientras que la palabra ‘machismo’ engloba el
conjunto de
actitudes, conductas, prácticas sociales y creencias destinadas a justificar y
promover el mantenimiento de conductas percibidas tradicionalmente como heterosexualmente
masculinas y, también, discriminatorias contra las mujeres,
el feminismo no implica discriminación contra los hombres, sino IGUALDAD.
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