En la
región
Determinan
las especies de arsénico en agua subterránea
Es
posible conocer las especies o formas químicas del arsénico en muestras de agua
de una manera relativamente económica y con equipamiento disponible a nivel
local. La metodología analítica fue
desarrollada por científicos de la UNL.
Además
de conocer la cantidad total de arsénico presente en una muestra de agua
subterránea, un grupo de investigadores de la Universidad Nacional del Litoral
(UNL) se abocó a determinar qué formas químicas de arsénico contiene. En efecto,
existen distintas especies --como se denominan en la disciplina-- y cada una
tiene diferentes implicancias en la salud y el ambiente.
En
particular, los especialistas se abocaron a desarrollar y optimizar una
metodología analítica que permita en el laboratorio cuantificar la presencia de
arsénico III y arsénico V.
Con esta
técnica realizaron una evaluación sobre 59 muestras de agua subterránea tomadas
de 27 localidades, todas correspondientes a pozos de zonas rurales o periurbanas
del departamento Castellanos, en Santa Fe. El análisis de especiación mostró la
prevalencia de las formas de arsénico V, que están vinculadas a un menor impacto
toxicológico, en comparación con el arsénico III.
Estos
resultados serían acordes con estudios epidemiológicos previos publicados por el
Ente Regulador de Servicios Sanitarios (ENRESS) en 2005.
Desafío
analítico
La
aplicación de la metodología desarrollada se hizo sobre un tema de sumo interés
social como es la carga de arsénico en agua subterránea en el centro-oeste
santafesino. “Funcionó muy bien y pudimos hacer un screening de las aguas de la
región”, sintetizó Mirna Sigrist, docente e investigadora de la Facultad de
Ingeniería Química (FIQ) de la UNL.
“Hay
varias metodologías que utilizan diferentes técnicas que para llevar a cabo el
análisis de especiación y las más usadas en el mundo son muy costosas. Nosotros
desarrollamos una metodología alternativa, la optimizamos y pudimos realizar el
análisis de especiación a un costo mucho más accesible”, explicó
Sigrist.
“Lo que
desarrollamos se puede implementar como análisis de rutina, y de hecho lo
estamos haciendo, para la especiación en compuestos inorgánicos que es lo que
normalmente se encuentra en agua subterránea”, comentó.
El
análisis mostró valores muy bajos de arsénico III en las muestras inclusive por
debajo de los niveles de detección. Ahora, los investigadores se proponen
perfeccionar el desarrollo de manera de mejorar su desempeño ante muestras más
salinas.
Este
tipo de trabajos sobre arsénico se desarrollan desde 2006 en el marco del
Programa de investigación y análisis de residuos y contaminantes químicos de la
FIQ. Participan de estas acciones pasantes de investigación, tesistas de grado y
posgrado de la UNL.
El
problema
La
contaminación del agua con arsénico es natural ya que es de origen geológico a
partir de los constituyentes mismos del acuífero. “En este caso, no se trata de
un contaminante antropogénico”, aclaró la especialista.
Si bien
el arsénico se puede encontrar en cuatro estados de oxidación, las especies
inorgánicas de arsénico III y V son prevalentes en aguas subterráneas. Su
presencia depende mayormente del pH, el potencial de óxido-reducción y la
salinidad del agua.
Como
ocurre con la mayoría de los elementos químicos, su forma química, el que esté
en uno u otro estado de oxidación, formando una molécula orgánica o un compuesto
inorgánico, determina su toxicidad y biodisponibilidad. “De ahí nuestro interés
de diferenciar el arsénico III y V en el agua de nuestra región”,
subrayó.
El grado
de toxicidad y la frecuencia de exposición al arsénico hizo que la Agencia para
Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades de EEUU jerarquice el problema
en el listado de prioridades ambientales a atender.
Comunicación
científica UNL