Región
Especialistas de la UNL analizaron
el panorama agrometeorológico
Investigadores del Centro de
Informaciones Meteorológicas y de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNL
describieron el escenario actual y el futuro de los cultivos y de la lechería,
luego de la última sequía.
Es típico que en nuestra región haya
pocas lluvias en invierno, pero el de 2013 fue particularmente seco. Llovieron
en total
Esos datos, proporcionados por el
Centro de Informaciones Meteorológicas (CIM) de la Universidad Nacional del
Litoral (UNL), se condicen con la grave situación que pasa el sector
agropecuario, uno de los motores de la economía santafesina, al punto de que el
Gobierno de la provincia tuvo que decretar el 13 de septiembre la situación de
emergencia para los departamentos 9 de Julio, San Cristóbal, Vera, General
Obligado y parte del San Justo, una medida que dilata las obligaciones
impositivas.
“El problema es que al invierno
relativamente seco se le sumó que hubo semanas en que llegó una masa de aire muy
cálido que entró por el norte del país y que generó temperaturas superiores a
los 35 grados. Pero luego ingresó una masa de aire frío. El encuentro de esas
dos corrientes provocó que la humedad se condense y que se forme en septiembre
un frente con lluvia. Sin embargo, no hubo una masa nubosa con gran desarrollo
en altura, que son las nubes que provocan precipitaciones intensas, sino que se
dieron con poco volumen y llovió escasamente. Fue una situación que desembocó en
los problemas de sequía del norte de la provincia”, explicó José Luis Macor,
director del CIM.
En este sentido, Ignacio Cristina,
también integrante del CIM, destacó que, por ejemplo, el 10 y el 11 de
septiembre las temperaturas treparon hasta los 41º, aunque el resto de los
valores se mantuvieron dentro de los parámetros normales. Por otra parte, fueron
significativas también las bajas temperaturas, ya que en julio hubo registros de
-1,8º.
La situación de los cultivos: el
trigo
Esos factores, las escasas lluvias y
los episodios de altas y bajas temperaturas, provocaron que en el norte de la
provincia de Santa Fe se resienta la actividad productiva. Según explicaron
desde la cátedra de Agrometeorología de la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA)
de la UNL, en los departamentos 9 de Julio, Vera, General Obligado, San
Cristóbal, San Justo, San Javier, Castellanos, las Colonias y La Capital los
perfiles de suelos en profundidad (0-
“El hecho de que no hubiesen lluvias
en la región agravó la situación. En la zona noreste, cerca de San Justo, hace
más de tres meses que no llueve. La superficie sembrada de trigo es mayor que el
año pasado, pero se encuentra frenado presentando cambios de coloración y escasa
altura. Los ciclos largos e intermedios presentan condiciones buenas en un 60% y
de buenas a regulares en el 40% restante. En tanto los cultivares de ciclo corto
se encuentran en un 80% en situación entre regular y mala. Sólo el 20% de estos
trigos presentan una buena perspectiva, según la información que manejamos de la
Bolsa de Comercio de Santa Fe”, sostuvo Perla Leva, que trabaja en la cátedra
junto a María Soledad García y Guillermo Tóffoli.
Girasol
Por otra parte, según la información
que manejan los especialistas, la sequía provocó que la intención de siembra de
girasol para la campaña 2013/2014 sea de unas 70 mil ha, lo que representa cerca
de un 37% menos de lo planificado para el año y un 30% por debajo de la superficie sembrada
en la campaña 2012/2013.
Los investigadores agregaron que las
precipitaciones registradas en estos últimos 15 días, en particular en la zona
comprendida por los departamentos General Obligado, San Justo, San Javier, Este
de San Cristóbal y norte de la Capital, permitieron reanudar la siembra y se
estima hasta la fecha un grado de avance del 75%.
“Pero las escasas o nulas lluvias en
el resto de los departamentos y la falta de agua en los primeros centímetros de
suelo crean inseguridad y suman lotes a futuras siembras de otros cultivos. Los
cultivares sembrados en un gran porcentaje presentan lento desarrollo y los
sembrados en los últimos
Maíz y
soja
Por su parte, el maíz de primera
sembrado se desarrolla con inconvenientes y atraviesa la misma situación que el
girasol: “Se está sembrando a buen ritmo en el área beneficiada por las lluvias
y la otra está a la espera de que llegue el agua. Se mantienen las intenciones
de siembra, pero pueden cambiar hacia fin de octubre si las condiciones
climáticas no cambian, estimándose una disminución del 4% con respecto a la
superficie sembrada en la campaña pasada, que fue de 95 mil hectáreas. El grado
de avance de siembra es del 27%”, destacó.
Pero a pesar de la grave situación
no todos los cultivos resultaron perjudicados. Por ejemplo, la superficie
sembrada de soja, según el escenario que presenta la campaña de cosecha
gruesa 2013-2014 en el centro norte
de la provincia de Santa Fe, se estima que aumentará entre el 19 y el 21% con
respecto al área sembrada en la campaña 2012-2013. La intención de siembra es
superior al millón de hectáreas, según los referentes de la
FCA.
Lechería
Al mismo tiempo, apuntaron que el
sector lechero también fue víctima indirecta del sistema meteorológico, ya que
en el norte de la cuenca santafesina, si bien todavía el ganado tiene agua para
beber, la escasez de precipitaciones afecta a los cultivos de alfalfa y los
verdeos detuvieron su crecimiento. De este modo, el alimento para los animales
comienza a mermar.
“En los tambos la ecuación es muy
simple: menos alimento significa menos producción. Los productores deben
implementar otras estrategias de alimentación para sus vacas, ya que sus
reservas se han agotado. El cambiar de alimentación implica sumar costos a la
producción de leche”, completó Leva.
Perspectivas
Por último, desde Agrometeorología
manifestaron que, según reportes del Centro de Pesquisas Espaciais (CPTEC), el
Instituto Nacional de Meteorología (INMET) de Brasil y la Dirección de
Meteorología de Chile, para la primavera 2013 se pronostican que las entradas de
aire polar desde la cordillera continuarán siendo intensas, causando el riesgo
de heladas tardías.
Además, destacaron que el panorama
será totalmente opuesto al que causó la emergencia agrícola de este invierno: el
calentamiento del Océano Atlántico producirá precipitaciones abundantes sobre
gran parte de la región agrícola nacional. En el Este de la región del Chaco, el
extremo norte de la región pampeana y el norte de la Mesopotamia se observarán
fuertes tormentas, con riesgo de granizo, vientos y aguaceros
torrenciales.
Según explicaron, así como se
conocen los episodios del El Niño o La Niña, que son alteraciones en la
temperatura media del Pacífico Ecuatorial, también se sabe de la Oscilación
Multivariada del Océano Atlántico (AMO), que responde a un calentamiento del
Atlántico, tanto en el Hemisferio Norte como en el Sur. En este sentido, los
últimos informes indican que se ha acentuado el calentamiento de las porciones
norte y ecuatoriales del Océano Atlántico.
“El fenómeno AMO tiene varios
efectos conocidos para el Hemisferio Norte, como huracanes y fuertes
precipitaciones sobre la costa atlántica de los Estados Unidos, mientras que
provoca sequía en el interior de ese país. En el Hemisferio Sur sus efectos no
fueron estudiados en profundidad, pero se supone que favorece la entrada de
humedad atmosférica por el norte continental y las lluvias en la cuenca del
Plata, aunque estas disminuyen hacia el interior de la región. El Atlántico Sur
presenta áreas con temperaturas superiores a lo normal, especialmente frente a
la desembocadura del Río de la Plata”, finalizaron los
especialistas.
Prensa UNL –
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