UNL
Expresiva, incubadora de emprendimientos culturales
La luz inspira a los diseñadores para la temporada primavera-verano
Las tendencias en la moda nacen de conceptos que cada creador materializa a partir de
una mirada personal. Especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Industrial
relevaron las pasarelas de New York, Londres, Milán y París, donde las diversas formas de
incidencia de la luz inspiraron las colecciones de la próxima temporada.
La diseñadora Natalia Nupieri presentó en Santa Fe los lineamientos de los que partieron
los diseñadores de las pasarelas más importantes de Occidente para sus colecciones de la
próxima temporada primavera - verano, identificados en un estudio realizado por el
Observatorio de Tendencias del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). La
actividad tuvo lugar en el marco de la Tercera Convocatoria de la Incubadora Expresiva, en
la que participan iniciativas de base cultural convocadas por la Universidad Nacional del
Litoral (UNL) y el Gobierno de la Ciudad de Santa Fe. Y fue la instancia previa a un curso
de diseño de indumentaria que comenzará a dictarse a partir del 23 de agosto en la UNL.
En su presentación, Nupieri describió tres tendencias en el diseño de indumentaria para
la temporada 2013-2014, que remiten a diferentes formas en que puede ser percibida la luz:
en la visión difusa de figuras reveladas a contraluz; en los fragmentos geométricos del
fenómeno refractario; o bien, filtrada a través de calados minuciosos que evocan el
misticismo de las catedrales románicas.
Esas tendencias surgieron de un relevamiento que los especialistas del INTI realizan dos
veces al año, visitando las ciudades polo de la moda, donde tienen lugar eventos
internacionales como la Semana de la Moda, y ferias textiles. Esa información se cruza con
publicaciones especializadas, de lo que surge un informe adaptado a la industria nacional,
de acuerdo con las tendencias del mercado y la cultura locales.
Contraluz
Los tonos flúo de la temporada 2012-2013 dejan paso a una paleta de pasteles luminosos,
a colores desgastados o en degradé, que evocan la atmósfera sutil del amanecer. También se
incluyen tonos profundos y oscuros; como bordó, azul y verde inglés, en contrapunto con la
luminosidad propia de la estación.
En esos diseños las siluetas son rectas y relajadas, en estructuras que visten a la
mujer sin marcar las líneas del cuerpo, envolviendo su figura en texturas etéreas y
livianas.
Los materiales utilizados en ese tipo de diseños son algodones, linos con reflejos
metálicos e iridiscentes, tejidos de red abierta, y textiles transparentes o traslúcidos,
que permiten la superposición de prendas. Los encajes finos y bordados delicados, a veces
cubiertos de una capa de tul, se sumarán a esta tendencia, donde tendrán lugar los
apliques y engomados.
En cuanto a los motivos, predominan los románticos con flores, más acuarelados que en
temporadas anteriores; y diseños orgánicos y vegetales, sobre fondos blancos.
En el relevamiento del INTI, las colecciones de Roberto Cavalli, Dries Van Noten,
Christian Siriano, Blumarine, y Antonio Marras son representativas de esta tendencia que
propone diseños con líneas simples y confortables.
Refracción
En esta tendencia, se observan contornos definidos, morfologías que responden a
estructuras racionalistas, muchas veces dispersas como en un espejo roto, en cuyas
faltantes aparece un espacio ilusorio y facetado.
La articulación entre sastrería y tecnología permitió a los diseñadores recrear en la
indumentaria efectos visuales a partir de la deconstrucción de las piezas, y el juego con
la 3D.
Las prendas se componen de inserciones irregulares, que ofrecen diferentes
posibilidades; muchas veces con partes faltantes, o en un juego de proporciones. En la
construcción morfológica también se observaron prendas simples, que reinterpretan la
sastrería masculina; o bien, siluetas monásticas como las que propone Martín Margiela.
Un recurso muy visto en las pasarelas fueron los panales hexagonales, cuadros de
ajedrez; los motivos con geometrías retro de las décadas de 1950, 1960 y 1970; las
estampas de metrópolis industriales, y figuras escherianas. También se observaron motivos
abstractos, con efectos superficiales, y reflejos fotoluminiscentes que en la oscuridad se
independizan del cuerpo. En muchos diseños se utilizaron textiles tecnológicos,
terminaciones en metal, cueros metalizados, engomados sobre tejidos de punto y efectos
tornasolados.
En cuanto a la paleta de colores, incluye una amplia gama de azules, celestes, grises y
neutros, plateados, amarillos, naranjas, y colores metalizados que evocan el reflejo del
agua.
Entre los diseños insignia de esta línea, Natalia Nupieri destacó los modelos de Raf
Simons, a partir de su incorporación como director creativo de la marca Christian Dior, en
reemplazo de John Galliano; los trabajos del joven diseñador brasileño Pedro Lourenzo; a
los que se sumaron las creaciones de Hussein Chalayan, los diseños con cuadros de ajedrez
de Marni, Louis Vuitton, Chanel, Alexander Herchcovitch; los efectos ópticos en modelos de
Dion Lee, Calvin Klein, Akris; y las piezas deconstruidas de la colección de Alexander
Wang.
+ info
El curso de diseño de idumentaria se dictará los días viernes y sábados, cada 15 días,
en el horario de 14 a 20 y los sábados de 9 a 15, en FADU-UNL. Tendrá una duración de
cinco meses, a partir del 23 de agosto. Para acceder a más información acerca de los
objetivos y los contenidos del curso, ingresar en:
www.expresivasantafe.com.ar
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