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Producción
Apuntalar la producción ovina con buena genética
La Cabaña Ovina de la UNL que funciona en la Facultad de Ciencias Veterinarias, en un
futuro servirá para la mejora genética de razas reproductoras para Santa Fe, una provincia
que se plantea como una gran promesa en la cría de ovejas.
La Facultad de Ciencias Veterinarias (FCV) de la Universidad Nacional de Litoral (UNL)
cuenta ahora con su propia cabaña ovina, un establecimiento que es el inicio de un
proyecto más amplio y cuyo fin es apuntalar la producción de ovejas con buena genética en
Santa Fe, una provincia que se proyecta con un gran potencial.
La historia comienza hace seis años, cuando Jorge Sosa, referente por la UNL de un
programa que forma parte de la Ley Nacional de Recuperación de la Ganadería Ovina (por el
cual cada provincia recibe fondos que se gestionan en unidades ejecutoras locales),
recorrió la provincia dando capacitaciones a técnicos y productores, con la finalidad de
incentivar la actividad de la ganadería ovina en la provincia.
"Caí en la cuenta de que no tenemos una genética determinada, ya que existen
majadas mixtas, sin razas definidas, salvo el caso de unos pocos establecimientos. En este
sentido, necesitábamos la creación de un banco genético para que los productores de carne,
leche y lana ovina no tuviesen que irse a otros lugares para comprar reproductores",
recordó.
Además resaltó que la idea de instalar una cabaña en Esperanza surge del interés de
los alumnos que conforman el grupo funcional Ovinos, quienes asumieron el compromiso de
llevar adelante todas las actividades que de ella se desprendan, denotando un particular
interés en hacerlo. "Este tipo de sistema productivo requiere de mucha actividad
diaria en el manejo de los animales, y sin el compromiso de trabajo del grupo en forma
diaria, no hubiera sido posible", completó Sosa.
De este modo, desde la cátedra que encabeza, la de Producción de Pequeños Rumiantes,
se pusieron en marcha los trámites para el emprendimiento. "Nos asignaron una
hectárea en un campo alquilado por la facultad y se empezaron a dar los primeros pasos con
los primeros reproductores que se adquirieron. Ya servimos a las primeras hembras de
pedigree. Se trata de un buen inicio", apuntó.
Potencial
Al mismo tiempo, el investigador destacó que la FCV también presentó un proyecto de
cambio de escala que contempla la ampliación de las instalaciones y la incorporación de
otras razas para producción de carne, lana y leche, tendiente a cubrir el espectro
demandante. "Desde la facultad podríamos brindar asesoramiento, tareas de extensión y
ofrecer reproductores a los productores que día a día se van incorporando al
sistema", aseguró.
"La idea es trabajar con una genética determinada, con proyectos de alimentación
y un seguimiento de la conformación de la carne, una clasificación y tipificación de las
reses. Todo ello en base a la demanda del mercado, que pide músculos de gran volumen y
magras. La idea es estandarizar la producción para que cuando lleguen al mercado tengan
toda la tipificación necesaria", detalló.
Sosa agregó que en la provincia de Santa Fe existen unas 150 mil cabezas ovinas, una
cantidad considerable, pero lejos de los 2 millones de cabezas con que contaba a
principios del siglo XX.
"Un reproductor con buena genética cuesta alrededor de 5 mil pesos y se ocupa
para servir entre 50 hembras. Queremos hacer punta, porque la actividad en nuestra
provincia era una utopía, pero hoy ya es una realidad. Una vez desarrollado el proyecto,
pretendemos llegar a vender por año unos 50 reproductores de diferentes razas. También
aspiramos a presentar los reproductores en las diferentes exposiciones regionales que se
lleven adelante", enfatizó.
"Santa Fe tiene un potencial enorme, porque la oveja tiene una gran
rentabilidad, más que el ganado vacuno. Sin embargo, el problema es cultural, porque el
productor santafesino no está acostumbrado al manejo de la oveja ni tiene las
instalaciones adecuadas. Esto sucede hasta que ve los números. De hecho en Cayastá,
Bernardo de Irigoyen o en Pilar ya hay productores que tienen entre 400 o 600 ovejas.
Mientras tanto, en el sur de la provincia también se cuenta con importantes productores y
una demanda creciente imposible de abastecer con los sistemas actuales", afirmó.
Ampliación
Sosa expresó que por ahora la cabaña ovina es sólo una pequeña instalación, refugio
de los animales, pero el objetivo es llegar a tener un lugar que permita realizar
transplantes de embriones, inseminación por laparoscopía y otros trabajos relacionados con
la mejora genética: "Para ello, necesitamos equipamiento especial y de alto costo.
De hecho, se cuenta con instalaciones en el ámbito de la Facultad para la realización de
algunas actividades inherentes al proyecto".
Números
150.000 cabezas de ovinos existen actualmente en Santa Fe
2 millones de ovejas existían en la provincia a principios del Siglo XX
5.000 pesos es el valor de un reproductor con buena genética
50 hembras son servidas por un reproductor
50 reproductores por año aspira a vender la cabaña ovina
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