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Energía eléctrica
En busca de energías renovables y no tan costosas
Especialistas ya venían advirtiendo que el sistema energético estaba llegando a una crisis
y los sucesivos cortes del verano lo demostraron. Quizás sea hora de buscar en serio
fuentes renovables y Santa Fe parece tenerlas. El análisis de profesionales de la UNL.
Los últimos meses de 2013 y los primeros de este año fueron abundantes en cortes en el
sistema eléctrico en distintas zonas del país, sobre todo en la Capital Federal y en la
provincia de Buenos Aires. En la provincia de Santa Fe también: sólo el 17 de diciembre,
en la ciudad capital, por la ola de calor que trepó hasta los 40º y la elevación del
consumo, la Empresa Provincial de Energía de Santa Fe (EPE) debió atender más de 400
reclamos por quemas de fusibles y conductores, según dieron cuenta en ese momento los
medios locales.
Para notar cómo creció el consumo, sólo basta observar la página web de la misma empresa,
que regularmente muestra un cuadro en el que se comparan las variaciones. Por ejemplo, el
18 de febrero el dato era que la demanda había crecido un 17,8 por ciento con respecto a
la misma fecha de 2013.
Según explicó Román Buitrago, docente de la Facultad de Ingeniería Química de la
Universidad Nacional del Litoral (UNL) y ex investigador del Conicet, el crecimiento del
consumo se debe a la gran accesibilidad que han tenido los hogares a aparatos de
refrigeración y al constante crecimiento de la población. A la vez, esa demanda no se ha
acompañado con suficientes inversiones en la infraestructura del sistema eléctrico y a
déficits en la generación de energía: "Por ejemplo, en los últimos 20 años se ha
descuidado todo el cableado, que es la forma en que se distribuye la energía. En Santa Fe,
la EPE ha hecho sus deberes razonablemente, pero la mayoría de los cortes fueron por
fallas en el suministro que proviene de las centrales nacionales, porque el gran problema
de la provincia es que no posee generación propia, sino que depende de Cammesa (Compañía
Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima)", indicó.
A la vez, expresó que para paliar la situación de la temporada estival el Gobierno debió
alquilar generadores móviles para ponerlos en determinados puntos como, por ejemplo, toda
la zona de la costa atlántica, que se privilegió para que los turistas no deban pasar el
mal trago de no tener energía eléctrica. "Son generadores a diesel y de muy baja
eficiencia. El costo del kilovatio generado allí es muy caro, seguramente el triple o el
cuádruple de lo que cuesta en una central convencional a gas", reconoció.
Una realidad advertida
En Argentina la energía depende fundamentalmente de las fuentes fósiles, cada vez más
escasas en el país y necesarias para mover los motores de la generación eléctrica. De
hecho, hace algunos años especialistas en el tema, como Jorge Lapeña, secretario de
Energía de la Nación durante la presidencia de Raúl Alfonsín e integrante del Instituto
Argentino de Energía General Mosconi, ya advertían que la Argentina estaba viviendo una
crisis y que el problema se agravaría. En una visita a la UNL en 2009 expuso que los
hidrocarburos, que constituyen casi el 90 por ciento de la energía primaria de la
Argentina, presentaba "una situación altamente comprometida".
Otro de los visitantes de aquel momento, Félix Herrero, del Movimiento por la Recuperación
de la Energía Nacional Orientadora (Moreno) y ex presidente de Salto Grande y Yacyretá,
decía que era necesario depender cada vez menos de los hidrocarburos, porque son un tipo
de energía que no se renueva y que además perjudica el ambiente. "El mundo la está
utilizando cada vez menos. Debemos utilizar energías limpias como el sol, el viento, la
marea o el hidrógeno", según su perspectiva.
En este sentido, Buitrago coincidió con los ex funcionarios: "Hoy Argentina está muy
dependiente del gasoil. En las últimas inversiones, en Santa Fe fuimos privilegiados,
porque se invirtió mucho dinero en dos centrales que hay en Sauce Viejo (Central Brigadier
Lopez, de 400 Mw) y en Timbues (Gral San Martin, de 800 Mw), que son las últimas obras que
ha hecho el gobierno nacional, que tienen unos 1.200 Megavatios (Mw) de potencia y son a
gas. En San Nicolás hay otra, pero no todas son así. Sucede que es en esta línea por donde
pasa el gasoducto, pero no se puede hacer más porque no se hace el famoso gasoducto del
norte. Desde Bolivia podría llegar el doble de gas, pero no hay cómo transportarlo, no hay
cañerías. De este modo, nos encontramos con otro problema de infraestructura. El plan
estuvo, el proyecto también, que fue el escándalo de Skanska, que se cortó allí y no se
tocó más el tema. De manera que si hay más centrales, también es un problema porque no hay
gas", argumentó.
Electricidad costosa
Asimismo, Buitrago apuntó que la energía que estamos consumiendo es costosa, ya que la
falta de hidrocarburos para abastecer la mayoría de las centrales hace que deban ser
importados. Un ejemplo es el gas, que se trae en barcos gasíferos a unos 18 dólares el
millón de BTU (siglas en inglés de Unidades Térmicas Británicas), más del doble que a
Bolivia, país al que se le pagan unos 8 dólares. "En este momento se está pagando uno
o dos dólares a las empresas que lo producen en boca de pozo en nuestro país, pero la idea
es abonar más como para incentivar la extracción y no tener que importar", informó.
"Pero esas -continuó- son medidas tomadas de un día para otro, no previstas y sin
programación, porque no hay un plan estratégico nacional ni de corto, ni mediano, ni de
largo plazo. Además, dejamos de ser un país exportador de energía, ya que teníamos
gasoductos a Chile y exportábamos petróleo, del cual nos quedábamos con el liviano y
enviábamos el pesado, y pasamos a traer porque no hay abastecimiento para destilería y
producción de combustible".
Fuentes renovables
Ante todo ese panorama, según dicen muchos especialistas (entre ellos Lapeña, Herrero y
Buitrago), parte de la solución parecerían ser las energías renovables, es decir, aquellas
que se pueden obtener de fuentes inagotables, como el viento o el sol, entre otras.
"Son el recurso para resolver el problema central. Hay que pensar en un futuro no muy
distante en que, a menos que Vaca Muerta resulte el éxito que piensa el gobierno que será,
porque dicen que es una de las reservas más grandes del mundo, no nos queda otra que
explotar algo que tenemos en abundancia, que son los recursos eólicos y solares. Con ellos
tendríamos abastecimiento pleno y sin problemas", aseguró Buitrago.
Se trata de una solución que ya varios países están implementando, no sólo porque los
hidrocarburos tienen los días contados, sino también porque las energías renovables son
una propuesta amigable con el ambiente. Un caso es el de Alemania, que ya llegó al 10 por
ciento de energía renovable, y España, que alcanzó el 7 por ciento. "Los europeos se
han planteado lo que se llama el 20/20, que significa que quieren llegar a 2020 con el 20
por ciento de generación renovable", resaltó el especialista.
Mientras tanto, en Argentina hace dos años se lanzó el GENREN, un proceso licitatorio
encarado por la Secretaría de Energía de la Nación que buscaba ofertas de provisión de
energía eléctrica proveniente de fuentes renovables. Según la información que proporciona
Enarsa (Energía SA), de las ofertas que se presentaron el Gobierno adjudicó 710 Mw a ser
generados por fuentes eólicas; 110 Mw por medio de fuentes térmicas con biocombustibles;
10 Mw a través de pequeños proyectos hidroeléctricos y 20 Mw de energía solar
fotovoltaica.
Pero para Buitrago aún falta mucho para que las empresas se animen a invertir en la
generación de energía en el país.
Energías santafesinas
Un aspecto importante para la generación de energías limpias es conocer la factibilidad de
los posibles lugares de instalación de las centrales. Según Buitrago, que fue llamado a
asesorar a la Secretaría de Estado de la Energía de la Provincia, al parecer Santa Fe
estaría en condiciones de tener sus propias instalaciones.
"En realidad toda la provincia es apta para tener energía solar, pero hay zonas que
son mejores que otras, porque podrían producir más. Es el caso del norte, donde hay más
radiación y menos nubosidad, donde hay un claro cambio de clima con respecto al sur y
donde pasamos de la Pampa Húmeda a tener una zona seca, para luego pasar al Chaco y la
selva. Los bajos submeridionales, que comprenden la zona de Tostado, Vera y hacia el
norte, conforman todo un cuadrado de clima subtropical con estación seca muy apropiado,
debido a la gran intensidad de radiación y la menor nubosidad, que hace que un panel rinda
un 30 por ciento más que uno puesto en Santa Fe o en Rosario. Podría ser una energía
abundante, competitiva, confiable y usando un recurso nacional", abundó.
En este sentido, dijo que hay que hacer evaluaciones para conformar un "mapa" de
la radiación solar, algo que el Gobierno de Santa Fe tiene pensado hacer en los próximos
años. Además, un punto a favor para conformar un posible sistema renovable es el tendido
eléctrico que ya está instalado y que se podría usar para repartir la energía.
También la energía eólica puede ser un recurso a explotar en Santa Fe, aunque a veces se
tienda a pensar que se trata de un tipo de explotación exclusivo del sur argentino.
"Es energía que se puede acumular durante las 24 horas, a diferencia de la solar, que
sólo se puede disponer de día. Se está hablando de medir la zona sur, como Las Rosas o
Rufino, donde parece que hay un corredor donde el recurso sería razonable como para poner
generadores eólicos. Los resultados los tendremos seguramente dentro de un par de
años", adelantó.
Por último, Buitrago destacó que pensar en alternativas ya es un avance, aunque sólo sean
proyectos en ciernes. "Sólo basta pensar en que la provincia de Santa Fe debería
invertir en muchas centrales, ya que en verano necesitamos tener disponibles arriba de 2
mil Mw por día, un 10 por ciento de lo que precisa el país", finalizó.
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