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            Desarrollo UNL
             La tecnología HB4 de resistencia a la sequía en trigo,  
eje de una jornada
 
             /Investigadores de la UNL-CONICET desarrollaron una  
innovación que permite a la soja hacer frente a las condiciones de  
sequía. Esta tecnología, ahora aplicada a la semilla de trigo, será  
objeto de reflexión en una jornada este jueves, en Pergamino/.
 
Especialistas del agro reflexionarán acerca de un desarrollo  
tecnológico que implica una verdadera revolución para el sector  
agropecuario y que ya trasciende las fronteras del país, para  
posicionarse en el mundo como la primera en su tipo. Se trata de la  
tecnología HB4, que permite obtener semillas transgénicas más  
tolerantes a la sequía y con mayor productividad, desarrollada por un  
grupo de biólogos moleculares e investigadores, liderados por la  
investigadora Dra. Raquel Chan, del Instituto de Agrobiotecnología del  
Litoral (IAL) perteneciente a la Facultad de Bioquímica y Ciencias  
Biológicas (FBCB) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y el  
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET),  
en alianza con la empresa argentina de biotecnología agrícola  
Bioceres, que es la organizadora de la jornada que se realizará este  
jueves en Pergamino, Buenos Aires.
La buena noticia se anunció primero para los productores de soja. A  
partir de un desarrollo tecnológico denominado HB4, es posible obtener  
semillas más tolerantes al estrés hídrico y con mayor productividad.  
Este gen mejora la capacidad de adaptación de las plantas a  
situaciones de estrés, sin afectar su productividad. Con ello, la soja  
resistente a sequía llegaba al mercado. Ahora, se espera que dicha  
tecnología sea aprobada para el cultivo de trigo.
“Se trata de trigo transformado con una construcción genética, capaz  
de expresar un gen de girasol que le confiere tolerancia a estrés  
hídrico severo o moderado, pudiendo así, estabilizar los rendimientos  
en áreas que experimentan problemas recurrentes de sequías, al mejorar  
hasta en un 20% los resultados, con respecto a las variedades de  
cultivos tradicionales”, explicó Chan. El valor diferencial, de estas  
plantas, según indicó la investigadora, reside en la característica de  
producir más granos cuando la temporada es seca y no presentar  
penalidades comparadas con sus controles, en caso de no haber sequía.
Cabe destacar que este desarrollo aplicado al cultivo es pionero en su  
tipo a nivel mundial y ofrece a los productores una solución a los  
problemas causados por la sequía en los sistemas productivos y la  
disminución de las consecuentes pérdidas agronómicas y económicas.   
“En vistas de que es difícil predecir las condiciones climáticas, es  
una tecnología de mucha utilidad ya que disminuye significativamente  
las pérdidas por sequía, sin generar desventajas nutricionales o  
ambientales”, agregó.
 
UN CAMINO LARGO
“El camino transitado fue largo y arduo”, así lo describió la  
investigadora que tuvo a su cargo el desarrollo. El comienzo se  
inscribe en los laboratorios del Instituto de Agrobiotecnología del  
Litoral (UNL-CONICET), que en sus inicios funcionó en distintas  
cátedras de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas y la  
Facultad de Ciencias Agrarias de la UNL, con docentes investigadores  
de CONICET. Allí, este equipo estudia, hace más de 15 años, las  
distintas formas de adaptación de las plantas al medio ambiente.
En particular esta tecnología surgió de un proyecto de investigación  
básica llevado adelante en la Cátedra de Biología Celular y Molecular,  
de la FBCB, a partir del cual, en el año 2004, se logró patentar una  
construcción genética que contenía el gen de girasol Hahb-4. 
“A través de un convenio que expresó una alianza público-privada entre  
la UNL, CONICET y la empresa Bioceres, y fusionando los aportes de las  
partes, emprendimos un proyecto basado en transformar especies de  
interés agronómico, maíz, alfalfa, trigo y otros cultivos, con el gen  
Hahb-4, y ensayar su tolerancia a la sequía y el estrés hídrico”,  
explicó Chan.
Las etapas subsiguientes, según su recorrido, implicaron la selección  
de transformantes con buen rendimiento, estudio de su comportamiento  
en el invernadero, elección de la mejor línea transformada, ensayos  
realizados en 9 campañas y en más de 50 ambientes, en distintas  
localidades con regímenes pluviométricos variables, la introgresión en  
variedades de elite y, finalmente, todos los ensayos requeridos por  
las autoridades regulatorias correspondientes. En todas las etapas,  
que llevaron varios años, intervinieron especialistas en distintas  
disciplinas como la biología molecular, la genética, la agronomía y la  
bioinformática, entre otras. En 2012, se logró la optimización de la  
tecnología y se patentó el gen modificado HB4.
 
TRANSFORMAR LA HISTORIA DEL TRIGO
El trigo HB4 ya cuenta con los dictámenes favorables tanto de la  
Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA),  
como del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria  
(SENASA), y se está en proceso de espera a  que  la Dirección Nacional  
de Mercados Agropecuarios emita la aprobación para esta tecnología,  
aplicada al trigo, en función de analizar el impacto comercial de ser  
el primer país en el mundo en liberar una semilla de estas  
características. Cabe mencionar que, en el caso de la soja HB4 se  
aguarda la aprobación de China para su comercialización.
“El desarrollo está finalizado y demostrada su inocuidad ambiental  
(aprobada por SENASA) así como su inocuidad toxicológica y  
equivalencia nutricional (aprobada por la Comisión Nacional de  
Biotecnología, CONABIA, dependiente de la secretaría de  
Agroindustria). Asimismo la tecnología se ha introgresado en  
variedades de elite y estaría lista para su comercialización.  No  
obstante, a pesar de las muchas demostraciones experimentales de que  
la tecnología no produce daño ambiental ni a la salud humana o animal,  
ésta no ha sido aprobada por la oficina de mercados. Esto ha generado  
pérdidas cuantiosas a los productores que no pudieron sembrar este  
trigo en las campañas con intensa sequía. Lo mismo sucedió con la soja  
H4 que tiene la misma tecnología. Según los comentarios de las  
autoridades, temen ser el primer país que salga al mercado con trigo  
transgénico y que los mercados de exportación cierren sus puertas. Sin  
embargo, no hay estudios serios que indiquen dichos peligros y la  
empresa ha ofrecido hacer los trámites regulatorios en los países que  
la autoridad indique. El futuro dependerá esencialmente de decisiones  
políticas de las autoridades nacionales. Todo lo que se pudo hacer  
desde la Ciencia y la Tecnología, ya fue hecho”, contextualizó Chan.
 
JORNADA SOBRE LA TECNOLOGíA HB4
En este escenario, este jueves 15 de noviembre, en la localidad de  
Pergamino, se realizará una jornada sobre la tecnología HB4, cuya  
consigna es: “Llega el evento que cambia la historia del trigo, y vos  
podés estar en primera fila”. La jornada es organizada por la empresa  
Bioceres y la firma francesa Florimond Desprez, a través de un  
jointventure denominado Trigall Genetics, gestado para desarrollar y  
comercializar variedades de trigo con biotecnologías de segunda  
generación en Sudamérica. La instancia está destinada a reflexionar  
acerca de las perspectivas agronómicas que, esta nueva generación de  
trigo, proyecta a futuro. Se prevé también, compartir con los  
asistentes, algunos resultados de ensayos a campo,  tanto en  
tolerancia a sequía como en control de malezas.
Descargar foto:
https://www.unl.edu.ar/noticias/news/download/37855
 
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