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Ecología
Estudian en detalle los bosques mixtos de Santa Fe
*Investigadores santafesinos hicieron un recuento detallado de las especies
que existen en los sistemas del noreste de la provincia. Ahora analizan su
variabilidad e integridad.*
Investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y del CONICET
realizan un estudio pormenorizado de los denominados bosques mixtos que se
ubican en el noreste de la provincia de Santa Fe y cuya característica
principal es la gran diversidad. De ese modo, se pueden establecer
políticas de manejo y conservación.
Se trata de un trabajo encarado desde 2011 por un equipo interdisciplinario
conformado por docentes e investigadores de las cátedras de Ecología,
Botánica Sistemática y de Taxonomía de la Facultad de Ciencias Agrarias
(FCA), de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH) de la UNL y
del CONICET. Juntos intentan aportar una mirada distinta al concepto de
bosque nativo, analizarlo desde el punto de vista de las especies que lo
componen, pero sobre todo desde la integridad ecológica, desde la
degradación que posee. Sabiendo en qué condiciones se encuentran los
bosques se pueden determinar consejos para políticas de uso y conservación.
Según Andrés Bortoluzzi, que forma parte del equipo, la mayor superficie de
bosque nativo que queda en la provincia se ubica principalmente en el
noreste de Santa Fe, conformando el límite sur de la ecoregión chaqueña,
una gran área que abarca parte de Paraguay, Bolivia y el Noroeste
argentino. “Dentro de esos bosques diferenciamos tipos de bosques
caracterizados por distintos tipos de suelo, topografía, pero sobre todo
por las especies que los dominan. En nuestra investigación nos ocupamos de
los bosques mixtos, que tienen una distribución un poco restringida, ya que
son los que crecen en suelos muy buenos de la provincia y que tienen la
mayor diversidad de Santa Fe”, describió.
*Una gran diversidad*
Los investigadores registraron más de 60 especies de arbustos y árboles que
se encuentran en los bosques mixtos. Pudieron hallar individuos de guayacán
(Caesalpinia paraguariensis), guayaibí (Cordia americana), espina corona
(Gleditsia amorphoides), guayabo (Myrcianthes cisplatensis), viraró
(Ruprechtia salicifolia), quebracho colorado (Schinopsis balasae),
guaraniná (Sideroxylon obtusifolium), palo cruz (Tabebuia nodosa), molle
(Schinus longifolius), garabato (Acacia praecox), quebracho blanco
(Aspidosperma quebracho blanco) y urunday (Astronium balansae).
*Integridad ecológica*
Según Bortoluzzi, en un proyecto anterior habían realizado un “mapa” de la
situación de los bosques de la zona en que se encuentran los bosques mixtos
y los clasificaron entre “degradados” y “no degradados”. El primer tipo de
bosque es el que ya fue intervenido por el hombre y que en esa intervención
se fueron extrayendo ejemplares con algún tipo de interés económico: “Va
quedando un remanente de bosques con individuos de menor valor comercial,
pero aún se realizan actividades como la ganadería o la extracción de
leña”, manifestó.
Conocer los niveles de degradación sirve para determinar si los bosques son
más o menos íntegros, ya que así se puede saber la capacidad de los
sistemas de perpetuarse en el tiempo. De acuerdo con el investigador, la
degradación se puede determinar por medio de distintos parámetros, como la
presencia o ausencia de especies. Sin embargo, con la idea de integridad
pueden conocer cómo se encuentra un bosque a partir de su funcionamiento
ecosistémico, de su relación con otros bosques, de su superficie, de qué
especies están presentes, entre otras variables.
En este sentido, mientras un bosque sea menos íntegro tendrá más
posibilidades de dejar de ser un bosque. “Se trata de una idea muy
interesante para trabajar no sólo con bosques nativos, sino también con
otros sistemas”, destacó.
*Energía*
Con esta idea de integridad, el grupo analizó los bosques a distintos
niveles. Por ejemplo, a nivel de ecosistemas, en cuanto al intercambio de
energía y de materia con la atmósfera. Por eso estudiaron la estacionalidad
de los bosques mixtos a lo largo del tiempo en cuanto a sus niveles de
captación de energía solar. “Distintos bosques tienen distintas fechas en
que comienzan a captar la energía solar y la derivan para el crecimiento. A
la vez, unos tienen más tiempo de captación que otros. De esta manera,
diferenciamos distintos patrones”, continuó Bortoluzzi.
Esos niveles de captación fueron analizados por medio de imágenes
satelitales tomadas a lo largo de 20 años y que sirvieron para diferenciar
cinco tipos de bosques mixtos. Con esa identificación fueron a los bosques
a tomar muestras de la vegetación. Según Bortoluzzi, los resultados de los
datos y del trabajo a campo fueron disímiles, por lo cual se encuentran
ajustando los estudios.
“Ahora estamos viendo el comportamiento del ecosistema, pero también la
estructura y composición de esos bosques. De esta manera, podemos describir
qué variabilidad existe y saber si existe posibilidad de perduración en el
tiempo, de adaptación a las condiciones cambiantes”, finalizó.
*Descarga de imágenes*
***Banco de imágenes "Irupé". Facultad de Ciencas Agrarias, UNL (
http://www.fca.unl.edu.ar/prodocova/IRUPE/irupe.html)
http://www.unl.edu.ar/noticias/news/download/26354
http://www.unl.edu.ar/noticias/news/download/26355
http://www.unl.edu.ar/noticias/news/download/26356
http://www.unl.edu.ar/noticias/news/download/26357
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