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Modelos climáticos
La vegetación como variable clave para pronósticos más precisos
*Investigadores de la UNL desarrollaron un sistema de pronóstico y
monitoreo que permite predecir el tiempo con siete días de anticipación y
elevada precisión. Su particularidad reside en incorporar información
actualizada de la vegetación.*
Es sabido que en las últimas cuatro décadas, las regiones comprendidas en
la Cuenca del Plata –la segunda cuenca hidrográfica más grande del mundo
que con sus 3.200.000 km² abarca parte de Brasil y Bolivia, la totalidad de
Paraguay y gran parte de Uruguay y Argentina– han sufrido cambios
significativos en la vegetación, a partir de procesos de deforestación,
reforestación y desertificación del suelo.
“Estos cambios no son tenidos en cuenta actualmente por los modelos
climáticos. Representan la vegetación por tipo de cobertura del suelo:
bosques, cultivos, etc., pero no consideran sus posibles estados, como por
ejemplo la humedad, en cualquier simulación que realicen”, remarcó Omar
Müller, investigador del Centro de Estudios de Variabilidad y Cambio
Climático (CEVARCAM) de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas
(FICH) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), quien es Ingeniero en
Informática y recientemente se graduó en el Doctorado en Ingeniería,
mención Recursos Hídricos, que se dicta en la mencionada unidad académica.
En su tesis de posgrado “Pronósticos hidrometeorológicos y su sensibilidad
ante los cambios de cobertura del suelo”, dirigida por Ernesto Berbery –de
la Universidad de Maryland, Estados Unidos– y codirigida por Norberto
García –de la FICH-UNL–, Müller propone un modelo climático que incorpora
información actualizada del estado de la vegetación. “Me enfoqué en el
período de sequía que sufrió la región Litoral desde 2007 hasta 2009.
Realicé simulaciones comparando el modelo tradicional con el que utilizaba
información actualizada y obtuve mejoras en los valores de precipitación y
temperatura. El error en precipitación se redujo entre un 4% y un 27% en
verano, según la zona”, subrayó el investigador.
Esta investigación se realizó con uno de los modelos más utilizados en el
mundo: Weather Research and Forecasting (WRF) y sus resultados se aplicaron
luego a un sistema de pronóstico y monitoreo para toda la Cuenca del Plata,
desarrollado también en el marco de la tesis. “Diariamente hacemos ‘correr’
en forma automática una simulación que pronostica el tiempo para los
próximos siete días. A su vez, el sistema permite monitorear lo que ocurrió
con el tiempo en los últimos tres meses. Con esta información generamos
diferentes herramientas gráficas que publicamos en el sitio web del
CEVARCAM”, detalló Müller.
*Ecosistemas funcionales*
Este concepto, proveniente de la Ecología, es el que marca la diferencia
entre el modelo propuesto por Müller y los modelos climáticos
convencionales. “Por ejemplo, en un área caracterizada como cultivo, la
metodología tradicional no permite distinguir entre diferentes estados del
mismo, por ejemplo seco o inundado. En cambio, al utilizar ecosistemas
funcionales, el modelo se independiza del tipo de cobertura del suelo y se
concentra en el flujo de calor y agua entre esa vegetación y la atmósfera,
variables que cambian en situaciones de déficit o de exceso hídrico. La
utilización de este tipo de información permite hacer simulaciones más
realistas y precisas”, explicó el investigador tras aclarar que los
ecosistemas funcionales se generan a partir de un Índice Verde Normalizado
que se obtiene a través de satélites. “Es el aporte innovador de mi
trabajo”, acotó.
*Mayor precisión*
El sistema de pronósticos y monitoreo desarrollado por Müller arroja datos
de variables hidrometeorológicas como precipitación, temperatura, humedad
del suelo –muy útil para la agricultura–, evapotranspiración, vientos y
escorrentía, con elevada precisión. “Luego de más de dos años de
implementar el sistema, evaluamos su calidad y obtuvimos valores muy
buenos. La precisión en el pronóstico de ocurrencia de lluvias con siete
días de anticipación es superior al 70%, en tanto que para la temperatura
la correlación es del 85% con respecto a lo medido por las estaciones
meteorológicas. Esta precisión aumenta a medida que nos acercamos al día
observado”, señaló.
Sin dudas, los cambios en la vegetación influyen en los pronósticos del
tiempo. “Además, no siempre los efectos del cambio de cobertura del suelo
son locales. Es decir, puede ocurrir que la deforestación no afecte a la
zona en que fue realizada, pero sí a una región vecina”, ejemplificó Müller
tras comentar que este tema corresponde a una nueva línea de investigación
que se comenzará a trabajar en el grupo y que consiste en comprender cuáles
son esos efectos no locales de los cambios de vegetación.
*Más información*
http://www.unl.edu.ar/cevarcam/pronostico
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