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451 años
Natalicio de Galileo: “Planteó un cambio de perspectiva”
*En febrero se cumple un aniversario más del nacimiento de Galileo Galilei.
El científico Claudio Berli explicó por qué su nombre sigue vigente y cómo
se conjugaron en él la fe, la razón y la intuición.*
El 15 de febrero de 1564 nació Galileo Galilei. A pesar de haber pasado ya
451 años, su nombre no se olvida. Según dicen quienes estudian su historia,
sus logros y su legado, indefectiblemente el científico del Renacimiento
siempre es elegido para estar en el ranking de las personalidades más
relevantes de la ciencia ¿A qué se debe su vigencia?
“No fue el único hombre relevante del segundo milenio, pero como científico
y académico debo decir que sí fue el primero, porque su legado fue la
generación del método científico, lo cual significa la separación de la
ciencia puramente dicha de las viejas disciplinas basadas en dogmas, en la
religión y en el enciclopedismo aristotélico”, explicó Claudio Berli,
profesor de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) e investigador del
CONICET en el INTEC, que ha estudiado la vida y la obra del italiano.
En este sentido, recordó que Galileo planteó “un cambio de perspectiva”
para la explicación de los fenómenos, que en su época caía en argumentos a
la medida del hombre: “Él cambia la visión de las causas y los efectos.
Propone que los fenómenos ocurren porque hay una razón física, que se
pueden describir matemáticamente, y que deben ser contrastables con la
experiencia y la razón, no con los deseos. Por ejemplo, las gotas de lluvia
no caen porque son necesarias para las plantas, sino porque las atrae la
gravedad de la tierra. De este modo, Galileo se restringe a describir el
proceso, o el cómo, y deja de lado el porqué, diferenciándose así de los
enfoques de la religión y la filosofía. Es una diferencia que persiste hoy
en el ejercicio profesional de la ciencia, y que generó Galileo”, destacó.
“Hacía observaciones astronómicas, para lo cual perfeccionó el telescopio.
Así describió las fases de Venus, las lunas de Júpiter y las imperfecciones
de la Luna, todos descubrimientos que no coincidían con las creencias de la
Iglesia Católica y que, por el contrario, estaban perfectamente de acuerdo
con la teoría heliocéntrica. Por ello fue interpelado varias veces y
finalmente enjuiciado por la Inquisición. Pero se puede decir que no le fue
tan mal como a otros herejes de su tiempo: Galileo sólo fue obligado a
recluirse en silencio. Esto quizás por el genuino respeto que se había
ganado, pero quizás también porque él mismo no era un enemigo del
catolicismo”, dijo.
*Fe, razón e intuición*
Para Berli, la vida de Galileo transcurrió en una continua transformación
que derivó en beneficios para el conocimiento. “Se construyó a sí mismo y
al hacerlo construyó la ciencia. Muchos consideran que ‘Diálogos sobre los
máximos sistemas del mundo’ implicó el nacimiento de la Física, pero
también el de la ciencia moderna”, continuó.
“Con Galileo hubo un triunfo de la razón, luego de tantos siglos de fe
ciega que la Iglesia había impuesto sobre Europa. Esta nueva perspectiva
fue tan significante para nuestra cultura occidental por todo lo que luego
se desencadenó: la Ilustración Francesa, la Revolución Industrial, la
llegada del hombre a la Luna, el gran conocimiento que tenemos sobre los
organismos vivos, y por lo tanto la salud y el aumento de la longevidad que
hoy gozamos”, ejemplificó Berli, docente de la Facultad de Ingeniería y
Ciencias Hídricas (FICH) de la UNL.
Desde luego, ello no significó una derrota definitiva de la fe, ni mucho
menos la erradicación de las religiones. Hoy día el ímpetu por la ciencia
coexiste en la sociedad con una faz profundamente religiosa. “Entiendo que
para la mayoría de las personas la idea de Dios es vital. Incluso muchos
científicos como Isaac Newton, o filósofos como Immanuel Kant, han sido
profundamente creyentes. La fe y la razón son dos aspectos que pueden
convivir, no son forzosamente indisociables. Además, la actividad
científica es una actividad creativa como la de un músico o la de otro
artista. Si uno no logra esa disposición mental, las ideas no salen. Y en
cierto modo, esa especie de fe y dedicación a lo que uno hace se parece
mucho a la de un devoto religioso”, sostuvo.
“En el caso de Galileo, la resolución de los problemas que se planteaba,
además de inteligencia y creatividad, le demandaban una tremenda intuición,
ya que no existían los conocimientos matemáticos suficientes, que llegaron
un poco más tarde. Son los casos de la ley de inercia, o la descripción del
movimiento de caída libre”, aseguró. Según Berli, esos logros los pudo
concretar “incluso con razonamientos errados, pero con la suerte de los
ganadores. No obstante Galileo no postulaba nada sin la adecuada
verificación experimental”.
Por último, expresó que los grandes cambios cualitativos en el conocimiento
llegan esporádicamente, luego de muchos años: “En el caso de la Física, son
saltos que se dieron con Galileo, Newton, Maxwell y el último fue con
Einstein. Galileo, sobre todo, marcó un gran hito. Es difícil de imaginar
cómo hizo su trabajo sin las herramientas que tenemos hoy, las formas de
medir, el cálculo. Él no tenía con qué medir el tiempo, avanzó
prácticamente a partir de la nada”, finalizó Berli.
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