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Investigación y propiedad industrial
El INPI concedió una nueva patente de invención a la UNL
/La patente argentina “Queso semiduro de leche de oveja" es de
titularidad de la Universidad Nacional del Litoral y el Conicet. Sus
desarrolladores son docentes-investigadores de la Facultad de
Ingeniería Química. La solicitud fue presentada en el año 2011 y ahora
fue concedida por el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI)./
La invención concedida por el Instituto Nacional de Propiedad
Industrial (INPI) se denomina Queso semiduro de leche de oveja, y es
propiedad conjunta de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y el
Conicet. Los inventores de esta tecnología son el Dr. Facundo Cuffia,
el Ing. Carlos Meinardi y el Ing. Carlos Zalazar de la Facultad de
Ingeniería Química (FIQ-UNL) y del Instituto de Lactología Industrial
(INLAIN-UNL-Conicet). Para la entrega de la concesión de la patente se
realizó un encuentro en decanato de la FIQ donde estuvieron presentes
el decano, Adrián Bonivardi; el secretario de Vinculación y
Transferencia Tecnológica, Javier Lottersberger; el director del
Centro para la Transferencia de los Resultados de la Investigación
(CETRI Litoral) Christián Nemichenitzer; el secretario de Relaciones
con el Medio de FIQ, Lucas Bruera; los investigadores involucrados,
entre otras autoridades.
PATENTAR INVENCIONES TIENE SUS RAZONES
En el marco de una nueva concesión de patente a la
Universidad, desarrollada por docentes de la FIQ, Bonivardi señaló que
“lo importante es que las patentes son el producto del desarrollo y la
investigación, y es una forma de proteger esos resultados. En
particular ésta, es producto de muchos años de trabajo de un equipo
de docentes-investigadores de esta casa, lo que también demuestra el
gran compromiso que tienen con el medio socio-productivo”.
Por su parte, el director del CETRI Litoral se refirió a la política
institucional general que posibilita actos como el de hoy. “La
entrega del título de esta patente, concedida este año pero presentada
en 2011, es un hito importante para la Universidad porque implica el
otorgamiento de un derecho de propiedad intelectual. La protección de
los resultados a través de una patente permite mejorar las
posibilidades de transferencia de la tecnología al sector privado, y
que la empresa a la que se transfiera pueda utilizarla comercialmente
a través de la incorporación de un nuevo producto a su cartera”.
Los investigadores hicieron especial énfasis en el apoyo recibido
desde las diferentes áreas de la Universidad, para que hoy se pueda
estar celebrando la obtención de una nueva patente. “Nosotros sabemos
investigar y podemos descubrir cosas novedosas, pero si no contamos
con asesoramiento sobre las posibilidades de la protección de la
propiedad intelectual, no podríamos lograr cosas como la que estamos
celebrando hoy. Afortunadamente, contamos con el apoyo de la
Universidad a través de la Secretaría de Vinculación, lo que nos
permitió descubrir otros aspectos que nosotros no veíamos por estar
sumergidos en la investigación”, sostuvo Meinardi.
En el mismo sentido, Cuffia manifestó que “es muy importante remarcar
que, además de tener este producto que actualmente se produce en el
INLAIN, hemos contado con la interacción de la Secretaría de
Vinculación Tecnológica para poder plasmar una unidad productiva y
demostrativa como la planta industrial “De la Escuela” (EAGyG-UNL)
para que pueda transferirse al medio. Es decir, que para que hoy
estemos acá hubo un importante trabajo multidisciplinar entre muchas
áreas de la UNL”.
UN QUESO, MúLTIPLES BENEFICIOS PARA LA SALUD
Los orígenes de la invención se remontan a una década
atrás, en el tambo de ovejas de la Escuela de Agricultura, Ganadería y
Granja en la ciudad de Esperanza, institución que tenía la inquietud
de industrializar esa producción láctea. Fue entonces cuando se
acercaron al INLAIN, en donde los investigadores Meinardi y Zalazar
aceptaron el desafío y comenzaron las pruebas piloto, a partir de las
cuales, diez años después, se convertiría en un producto patentado.
El queso semiduro de leche de oveja de la raza pampinta comprende un
fermento con al menos tres microorganismos, y nueces, que le dan
características distintivas.
Para la obtención de este derivado lácteo -de acuerdo a lo explicado
por los investigadores- la materia prima utilizada deriva del ordeñe
de la raza de oveja pampinta, la cual es autóctona de la Argentina. La
leche de oveja de esta raza se caracteriza por presentar una
composición promedio 7,2 % en grasa, 5,5 % en proteína, 5.01 % en
lactosa y 18,6 % en extracto seco.
“El fermento utilizado es la consecuencia de la mezcla de tres
microorganismos en proporciones tales que garantizan un adecuado
tiempo de acidificación de acuerdo al tipo de queso definido, un pH
final óptimo y una masa, textura, color y desarrollo de aromas
característicos de dicho proceso que se reflejan en el producto final
al cabo de la maduración”, sostuvieron los inventores.
Asimismo, explicaron que “la adición de nueces a este queso de leche
de oveja argentino aporta ácidos grasos esenciales que son muy
beneficiosos y necesarios para la producción de prostaglandinas,
sustancias similares a las hormonas, las cuales son las responsables
de la resistencia, la circulación y todo nuestro metabolismo. Esto le
confiere excelentes características para prevenir enfermedades
cardiovasculares. Además, las nueces, aportan proteínas, vitaminas B6
y E, potasio, magnesio, cobre y zinc. Por su parte la vitamina B6
contribuye a evitar la pérdida de memoria y protege el corazón de los
seres humanos, mientras que por otro lado su alto contenido en
vitamina E conserva la piel y el cabello saludable. Tanto el potasio
como el magnesio son buenos para el corazón humano, y el cobre que
también está en las nueces es excelente para la prevención de várices.
El zinc tiene la gran capacidad de rejuvenecer la glándula timo y de
esta manera refuerza el sistema inmunológico, es excelente fuente de
ácidos grasos, omega 3, omega 6 y omega 9, lo que los convierte en
vitales para mantener saludable la piel, el corazón y todo el
organismo”.
APOYO DEL CETRI A LA SOLICITUD DE PATENTES
La UNL, a través de la Secretaría de Vinculación
Tecnológica y Desarrollo Productivo, brinda a sus investigadores y
docentes apoyo durante todas las etapas del trámite para la protección
de los resultados de sus investigaciones. Inicialmente, desde el Área
de Información Tecnológica, se realiza un análisis (previo a presentar
la solicitud) de la patentabildad del desarrollo, el mismo está
vinculado a evaluar si el proyecto responde a los requisitos
considerados por la Ley y, a su vez si no infringe ningún derecho
exclusivo ya existente. Asimismo se procede a la redacción de la
Patente en conjunto con los investigadores que lograron el desarrollo.
Luego, desde el Área de Propiedad Intelectual, se gestiona
íntegramente la presentación del trámite y su consecuente prosecución
en todas las etapas.
La protección de los resultados de las investigaciones se enmarca
dentro del proceso de valorización de conocimientos de la UNL, cuya
finalidad es la transferencia de las tecnologías y del conocimiento
al medio socio productivo.
Descargar fotos:
https://www.unl.edu.ar/noticias/news/download/39029
https://www.unl.edu.ar/noticias/news/download/39031
https://www.unl.edu.ar/noticias/news/download/39032
https://www.unl.edu.ar/noticias/news/download/39030
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