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Petroquímica
Plantean una nueva forma de reciclar bolsas de plástico
*Científicos de Santa Fe desarrollaron un sistema para procesar el
polietileno de baja densidad para producir combustibles.*
Ya nadie duda de la ventaja de los plásticos en la vida diaria: son
resistentes, muy maleables y aislantes, entre otras cualidades. Sin
embargo, una vez utilizados se vuelven un gran problema. Una solución es
usarlos menos, tal como se propone la ciudad de Santa Fe, cuyo Concejo
Municipal aprobó un mensaje enviado por el Ejecutivo en el que se establece
la prohibición a partir del 1 de marzo de 2017 de la utilización de bolsas
plásticas para la entrega de mercaderías en comercios.
Sin embargo, la eliminación completa se avizora como un objetivo lejano. En
este sentido, el reciclado se plantea como una alternativa al problema de
su desecho, tal como proponen investigadores santafesinos. “Consumimos más
de lo que debemos y luego la naturaleza se encuentra con montañas de
plástico que le lleva miles de años en degradar. Nuestra idea es reciclar
el polietileno de baja densidad, material del que, por ejemplo, están
hechas las bolsas de supermercados, para generar materia prima y volver a
fabricar plásticos”, resumió Francisco Passamonti, docente investigador del
Instituto de Investigaciones en Catálisis y Petroquímica (INCAPE),
dependiente de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ) de la Universidad
Nacional del Litoral (UNL) y del CONICET.
Según datos de la Cámara Argentina de la Industria Plástica (CAIP), en 1990
en Argentina se consumían 11,5 kg de plástico per cápita, mientras que en
2013 la cifra ya había ascendido a 43,6 kg, la mitad de lo que se usa en
Estados Unidos. “Tenemos un gran problema mundial: generamos muchísimos
plásticos. Son durables, resisten ataques químicos, les podemos dar la
forma que queremos. Sin embargo, cosas como las bolsas de supermercado
terminan su vida útil cuando las usamos para poner la basura. Luego de esa
vida corta, la bolsa sigue presente cuando el basurero la lleva y la tira
en el relleno sanitario. De esta manera, generamos un gran problema a la
naturaleza porque le lleva miles de años en procesarla”, lamentó Passamonti.
Asimismo, expresó que muchas de las alternativas que se plantean
actualmente proponen soluciones parciales. Un ejemplo son las bolsas
oxibiodegradables, que quedan en forma de polvo con el tiempo, o las
biodegradables, que se transforman en metano, aumentando el efecto
invernadero. Sin embargo, el problema sigue estando en el ambiente, ya que
sólo cambia su forma sin utilidad práctica. “Lo ideal es ver la manera de
aprovechar estos residuos para generar un recurso de interés como puede ser
un combustible o materia prima para generar un nuevo plástico”, afirmó.
*Reciclado terciario*
En el INCAPE Passamonti llevó a cabo varias experiencias de reciclado en
distintas condiciones. “Usamos un corte de petróleo de características
parafínicas en donde se disolvió el plástico en dos concentraciones
diferentes. Dicha mezcla se la hizo reaccionar en condiciones de refinería
en un proceso diseñado para producir combustibles. Se obtuvieron resultados
satisfactorios, ya que el agregado de plástico al proceso aumentó la
proporción de olefinas livianas (principalmente propileno, uno de los
reactivos para la producción de plásticos). A la vez, observamos que se
incrementó la producción de gasolina”, manifestó.
El trabajo se conoce como reciclado terciario, uno de los varios tipos de
reciclado que existen para plásticos y se diferencia del primario, que
supone la reutilización de materiales sin ningún tipo de procesamiento, y
del secundario, que incluye el reprocesamiento de un plástico para fabricar
otro plástico, que generalmente pierde calidad. “El reciclado terciario
implica una transformación química, hay un cambio en la estructura de los
compuestos: a partir de una molécula se genera otra. También existe el
reciclado cuaternario, que es el de la incineración para generar energía
térmica, pero que tiene el problema de generar gases contaminantes”,
enumeró.
*Catálisis*
El investigador destacó también que en el reciclado propuesto intervienen
procesos catalíticos, es decir, la intervención de un compuesto que
conduzca las reacciones del proceso de manera adecuada. “En el caso de
reciclado de plásticos, al usar un catalizador específico orientamos los
productos hacia la generación de gasolina y diesel que luego conforma los
combustibles que utilizamos en los vehículos. Además se prioriza la
producción de olefinas livianas, materia prima para la producción de
plásticos. Si uno no usara ese tipo de catalizadores, se generarían otros
productos, más livianos y más pesados, de menor valor. Así, se obtendría
menos combustible y de menor calidad”, apuntó.
Passamonti comentó que el proceso empleado está consolidado en la industria
de la refinación, el cual convierte un corte de petróleo, por medio del
catalizador, para producir principalmente gasolina y diésel.
El inconveniente que se puede presentar es que el sistema plantea la
necesidad de la recolección del polietileno, su separación, clasificación,
lavado y procesamiento para ingresarlo al proceso de manera continua:
“Implica una serie de cambios que no son grandes, pero que para las
refinerías son nuevos”, aclaró.
El investigador dijo por último que más allá de encontrar la forma de
reciclar el plástico, es necesario concientizar a la población para que no
se genere basura inútilmente, sobre todo la que no es biodegradable.
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