[UNL] Santafesinos suman dos nuevas serpientes al inventario argentino
by Prensa UNL
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Ofidiofauna
Santafesinos suman dos nuevas serpientes al inventario argentino
*Una musurana o falsa boa negra y una rara coral fueron incluidas por
investigadores de la UNL a la lista nacional de ofidios. Ahora son 137 las
especies y subespecies autóctonas.*
Investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) sumaron dos
nuevas especies al inventario de serpientes. Se trata de Pseudoboa nigra,
que se sospechaba que podía estar en la Argentina, pero de la que no se
tenían ejemplares de referencia, y Micrurus silviae, hallada en Corrientes
y de la cual hay muy pocos ejemplares. Con estos registros son 137 las
especies y subespecies citadas para la ofidiofauna argentina.
Los registros fueron realizados por el equipo de Alejandro Giraudo, del
Instituto Nacional de Limnología (INALI-CONICET-UNL) en colaboración con
investigadores de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) y el Museo
Argentino de Ciencias Naturales (MACN), aunque ya en la década del 70 el
investigador norteamericano Joseph Bailey había mencionado que la Pseudoboa
nigra podía existir en el país. Sin embargo, no daba precisiones sobre
dónde podía habitar ni citaba ejemplares de referencia de algún museo.
El género Pseudoboa comprende seis especies de serpientes que se
distribuyen en gran parte de América del Sur, oeste de Panamá, y en las
islas Tobago y Granada, pero existían dudas sobre su existencia en la
Argentina: “Con el ejemplar que encontramos confirmamos que está presente
en el país. Posiblemente, haya poblaciones de estas serpientes en una gran
parte de la región chaqueña”, acotó.
*Pseudoboinos*
El equipo de Giraudo se dedica desde hace varios años a relevar las
serpientes que existen en el país. Una de las maneras de hacerlo es
mediante campañas de registro, la forma en que encontraron el ejemplar de
Pseudoboa. “Se encontró esta especie en enero de 2014, en el Impenetrable
chaqueño, cerca de Fuerte Esperanza”, recordó.
Se trata de culebras que llegan a medir 1,50 metros, que no son peligrosas
para el hombre y que pertenecen al grupo de los denominados Pseudoboinos.
“Son muy interesantes porque varios Pseudoboinos comen otras serpientes,
incluso las venenosas, cumpliendo una importante función como controladores
naturales, además de ser inmunes a sus mordidas. Es posible que estudiando
esa inmunidad se puedan encontrar mecanismos para prevenir o tratar
accidentes ofídicos”, aseveró.
Otros de sus rasgos es la disposición de dientes posteriores con canales
conectados a pequeñas glándulas con un veneno, que es generalmente poco
tóxico para los seres humanos, pero letal para sus presas. “Los venenos de
las serpientes han sido importantes modelos para el desarrollo de
medicamentos. Un ejemplo es el de la Yarará, cuyo estudio permitió diseñar
fármacos para bajar la presión arterial”, sostuvo.
En cuanto a alimentos, las musuranas prefieren comer otras serpientes,
lagartos o mamíferos pequeños. “La gente del campo cree que las musuranas
son las serpientes que se prenden de las ubres de las vacas. También se
dice que son las que maman de las mujeres dormidas y le ponen la cola en la
boca al niño. Sin embargo, son animales que no pueden mamar como los
mamíferos porque no poseen la musculatura para hacerlo”, detalló.
*Otra Coral en Corrientes y en Argentina*
Giraudo informó además que sumaron una rara especie de serpiente de coral a
la lista de ofidios argentinos. Se trata de Micrurus silviae, que afuera
del país ya había sido inventariada en 2007. “Fue en Brasil, a unos 300 km
del límite con Argentina. Luego hicimos campañas en Corrientes, sobre todo
cerca del río Uruguay, y encontramos dos en la localidad de Santo Tomé,
frente a uno de los puentes internacionales”, manifestó.
“Es una especie en peligro de extinción, porque de 300 ejemplares que
revisamos en la región que habita sólo había 20 de esta especie de coral.
Además de ser raras, sus poblaciones fueron muy afectadas por la represa de
Yaciretá y ahora lo será por la de Garabí, que inundará parte de la zona
donde las encontramos por primera vez en Argentina”, lamentó.
La coral hallada se diferencia de otras por la disposición y la cantidad de
anillos que decoran su piel. “En algún momento había dos especies de coral
citadas para Argentina, pero hoy ya tenemos siete. Son parecidas entre sí,
por lo cual eran confundidas, pero a medida que vamos hallando ejemplares,
nos vamos dando cuenta de que hay algunas que no fueron descriptas”,
continuó.
Agregó también que el hallazgo es importante porque son serpientes
peligrosas para el hombre y para tratar su envenenamiento hay que producir
sueros antiofídicos específicos.
“Conocer las serpientes, su bioecología y distribución, nos ayuda a idear
acciones de conservación para evitar que sean exterminadas o para evaluar
dónde se deben distribuir los sueros antiofídicos, en el caso de las
serpientes venenosas. La biodiversidad es un patrimonio nacional que
debemos cuidar. Tener bien inventariada la flora y la fauna posibilita que
un país conozca sus recursos, significa oportunidades de conservación de un
patrimonio esencial para la supervivencia de las generaciones futuras”,
finalizó Giraudo.
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9 años, 2 meses
[UNL] Zarzamoras santafesinas, alimentos muy saludables
by Prensa UNL
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De interés nacional
Zarzamoras santafesinas, alimentos muy saludables
*Las berries cosechadas en Coronda poseen las mismas cualidades bioactivas
que las del sur, según una investigación del Instituto de Tecnología en
Alimentos de la UNL. Es una novedad que alienta la producción local y el
consumo.*
Investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) demostraron que
las zarzamoras que se están cosechando desde hace algunos años en la región
no tienen nada que envidiarle a las que se plantan en el sur, famosas por
su calidad. Sus compuestos y propiedades bioactivas son ideales para la
salud.
Se sabe que las condiciones climáticas impactan sobre la concentración y el
perfil de los polifenoles, compuestos químicos conocidos por sus beneficios
para la salud debido a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Para averiguar si las berries que se plantan en Coronda conservan estas
propiedades, un equipo de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ) de la UNL
realizó pruebas de laboratorio junto al Plants for Human Health Institute
de la North Carolina State University en los Estados Unidos.
Las zarzamoras fueron facilitadas por la productora de Coronda Angelina
García y llevadas a Estados Unidos por Franco Van de Velde, Investigador
del CONICET que se desempeña en el Instituto de Tecnología de Alimentos
(ITA) de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ) de la UNL. “Desde hace
unos años en la zona existe un movimiento para incorporar diferentes
variedades de frutas finas, como las zarzamoras, arándanos o frambuesas,
además de las frutillas. Son frutas detectadas como de interés nacional”,
según explicó María Elida Pirovani, que dirige la investigación.
*Compuestos bioactivos*
Las zarzamoras son cultivos que se adaptan muy bien a diferentes
condiciones climáticas. Sin embargo, las características del litoral, sobre
todo las lluvias frecuentes, han sido un problema para los productores
corondinos. “Nuestro trabajo fue caracterizar tres variedades de zarzamora
que la productora adaptó en la zona y que le dieron buenos resultados:
Blacksatin, Dirksen y Jumbo, que son de origen norteamericano, pero que se
siembran en el sur”, detalló Van de Velde.
En Estados Unidos los investigadores analizaron la calidad de los frutos a
pesar de la diferencia del clima y del suelo en que se producen
originalmente. De esta manera, observaron si cambiaban los valores de los
compuestos fenólicos, que son los promotores de propiedades bioactivas para
la salud.
“Analizamos las propiedades antiinflamatorias naturales de las zarzamoras a
nivel in vitro. Estudiando ciertos marcadores genéticos se puede ver si hay
un beneficio sobre la aplicación sobre células sobreestimuladas. Vimos que
en las zarzamoras locales hay un efecto moderado sobre la inflamación. Son
resultados muy prometedores”, apuntó Van de Velde.
De esta manera, el grupo pudo determinar que en nuestra región se pueden
producir zarzamoras con buena calidad y sin perder sus compuestos
saludables: “Sería bueno que los productores no abandonen la actividad.
Seguiremos estudiando las propiedades de los cultivos y les transmitiremos
ese conocimiento para que lo puedan aprovechar”, acotó.
*El procesamiento*
Las zarzamoras pueden durar frescas unos cinco días, pero sus compuestos
bioactivos pueden perderse con el procesamiento al que son sometidas luego
de las cosechas. En otros casos, ese mismo proceso puede llegar a aumentar
la capacidad de estos compuestos. Es lo que provoca algo conocido como
“estrés abiótico del producto”: “Una acción del efecto de la alta
temperatura, de una composición gaseosa alterada, de la lesión mecánica del
producto (el corte, por ejemplo)”, según Pirovani.
Es por eso que los investigadores también estudian cómo se comportan los
frutos cuando se manipulan para llevarlos a los consumidores. Muchos
productores prefieren destinar sus cosechas para mermeladas, pero siempre
es mejor destinarlas al consumo fresco.
En este sentido, ensayan la nebulización con un compuesto bactericida y
fungistático sobre el producto, con el fin de reducir la carga microbiana
inicial del producto al ser cosechado. “De esa manera, se extiende la vida
útil de las zarzamoras a unos diez días. Lo importante es encontrar las
condiciones óptimas de todo el conjunto del proceso”, dijo.
“Se ha demostrado que las personas que consumen frutas y hortalizas poseen
menos riesgos de padecer enfermedades crónicas no transmisibles como la
diabetes, ciertos tipos de cáncer, entre otras que son propias de una mala
alimentación. Por eso nuestra idea es que los productos frescos sean
convenientes, en el sentido de que sean prácticos, posibles de ser
consumidos en cualquier espacio: una escuela o un club, por ejemplo. Las
etapas previas al consumo deben ser sencillas, pero necesarias, como el
lavado, por ejemplo, pero que al mismo tiempo no deterioren el alimento y
que duren lo máximo posible”, finalizó Pirovani.
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9 años, 2 meses
[UNL] Proponen estudiar el Paraná a través de los anillos de los árboles
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Dendrocronología
Proponen estudiar el Paraná a través de los anillos de los árboles
*Es la primera experiencia de su tipo en la región Litoral y la desarrollan
investigadores de la UNL, con la colaboración de un especialista en
dendrocronología de Mendoza.*
Las funciones de los árboles son numerosas y esenciales para la vida en el
planeta. Entre otros beneficios, producen oxígeno, ayudan a controlar la
contaminación del aire, reducen la erosión del suelo, constituyen el
hábitat de muchas especies y además son portadores de información del
ambiente. Los más longevos, como el alerce o el ciprés en Argentina,
superan los 2.000 años de registros.
Para el grupo de investigación de la Facultad de Ingeniería y Ciencias
Hídricas (FICH) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) dirigido por
Carlos Ramonell, la información que registra la vegetación puede resultar
muy valiosa para entender la dinámica del sistema fluvial del río Paraná.
Además, las técnicas utilizadas en dendrocronología (disciplina que estudia
los anillos de crecimiento de los árboles para reconstruir escenarios
ambientales del pasado) constituyen una forma novedosa, simple y económica
para obtener esos registros. "Son técnicas nuevas para nuestra región, ya
que no se utilizan en especies fluviales como el aliso, el sauce o el
timbó, sino en árboles más longevos, característicos de zonas áridas del
país. El potencial de la técnica es muy amplio y pretende dar respuestas o
indicios a numerosos interrogantes. Por ejemplo, desde algo tan sencillo
como conocer cuántos años viven las especies arbóreas en diferentes
ambientes del sistema, hasta tener una idea más acotada de cuándo un cauce
se cerró o una margen se alejó del cauce activo, y de qué manera el fuego,
que es un fenómeno muy común en la zona por la quema de pajonales,
afectaría el crecimiento de los árboles", explicó Zuleica Marchetti,
investigadora de la FICH y del CONICET.
Por su parte, Ramonell agregó que "la idea es evaluar también cómo las
especies arbóreas registran los fenómenos de inundación. Si bien el cauce
principal del río Paraná cuenta con datos cartográficos de 100 años de
antigüedad, existen numerosos cauces secundarios que se abrieron o cerraron
en la primera mitad del siglo XX y que no cuentan con esa riqueza y
extensión temporal de registros, la cual está presente en la vegetación. De
modo que la potencialidad de aplicaciones de la dendrocronología es muy
amplia y no nos constan antecedentes de este tipo de trabajos en la zona,
que podría extenderse incluso al análisis de otros sistemas fluviales
menores de la provincia y la región".
Para llevar adelante esta propuesta, los investigadores de la FICH
invitaron a Mariano Morales, Biólogo, doctor en Ecología e investigador del
Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales
(IANIGLA) del CONICET, Mendoza. Morales es especialista en dendrocronología
y visitó la FICH a fines de septiembre para recorrer el ambiente y conocer
el trabajo del grupo de investigación de la Facultad, con el objetivo de
definir futuras líneas de acción en común.
*El lenguaje de los árboles*
Entre las numerosas aplicaciones, la dendrocronología permite conocer los
cambios en el clima, la temperatura y las precipitaciones, los efectos del
fuego en los bosques o de los ataques de insectos, es decir, factores que
regulan la dinámica de las especies en determinados ambientes. "El árbol es
como un libro y lo que hacemos es interpretar el lenguaje de los anillos.
La técnica se basa en asignar un año calendario a cada anillo de árboles
vivos y medir el ancho de los anillos, lo cual marca un patrón de
crecimiento. Una de las grandes aplicaciones de la dendrocronología es la
reconstrucción del clima del pasado, ya que los árboles funcionan como
termómetros y pluviómetros biológicos con registros milenarios. Anualmente
se puede observar cómo fue variando el clima a través del estudio de los
anillos de los árboles en un contexto de 1.000 o 2.000 años y por ejemplo
evaluar si los cambios climáticos que vivimos actualmente son anormales o
no", explicó Morales.
Sus estudios han estado siempre focalizados en la reconstrucción del clima
a partir del análisis de especies del Noroeste argentino, la Puna y el
Altiplano boliviano y chileno. "En general, los registros de la segunda
mitad del siglo XX muestran cambios sin precedentes en períodos muy largos.
En el caso del Altiplano, se observa una sequía en las últimas tres décadas
sin precedentes para los últimos 800 años. Hemos hecho proyecciones hasta
finales del siglo XXI, según las cuales la sequía será mucho más acentuada
en la Puna y el Altiplano. Es una situación alarmante que necesita de
estrategias adaptativas, ya que el agua en esa zona es esencial, tanto para
el consumo humano y animal, como para el cultivo y la industria minera, que
es muy fuerte", comentó el experto, quien también tiene muchas expectativas
en este proyecto de la FICH. "La idea es que Federico Brumnich (estudiante
de la Licenciatura en Biodiversidad de la Facultad de Humanidades y
Ciencias de la UNL) viaje a Mendoza y aprenda la técnica en el IANIGLA. Si
funciona bien el método en estos ambientes del Litoral, analizaremos la
posibilidad de formar un laboratorio de dendrocronología en Santa Fe, el
cual no es costoso y ofrece muchas ventajas", subrayó Morales.
Federico se sumó al grupo de la FICH a partir de una Beca de Estímulo a las
Vocaciones Científicas, otorgada por el Consejo Interuniversitario
Nacional. "El objetivo de la beca fue inferir cómo cambian la flora y la
estructura de los bosques a partir de procesos hidro-sedimentológicos que
ocurren en islas de diferentes edades del cauce principal del río Paraná,
entre las localidades de La Paz y Paraná. De modo preliminar, comprobamos
la hipótesis de que el paso del tiempo en las islas no es suficiente para
explicar cómo varían los bosques, sino que influyen factores relacionados
con procesos del sistema fluvial en general, tales como la ubicación de las
islas dentro del cauce. La idea es seguir trabajando en este sentido,
sumando la mirada que aporta la dendrocronología", concluyó el estudiante.
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9 años, 3 meses
[UNL] La tecnología detrás de la soja tolerante a sequía
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Biotecnología
La tecnología detrás de la soja tolerante a sequía
*Un grupo de investigadores de la UNL-CONICET junto a la empresa INDEAR
desarrollaron la tecnología HB4, que permite obtener semillas más
tolerantes a la sequía y con mayor productividad. Una guía para conocer
este desarrollo biotecnológico nacional.*
La presidenta Cristina Fernandez anunció la aprobación comercial de dos
productos biotecnológicos, uno de ellos es la soja resistente a la sequía. Este
desarrollo fue realizado por un grupo de trabajo público privado que dirige
Raquel Chan perteneciente a la Universidad Nacional del Litoral, el
CONICET, e INDEAR, la empresa de investigación y desarrollo de Bioceres.
¿Pero de qué se trata este desarrollo? Una guía con siete preguntas y
respuestas para entender este importante anuncio, conocer a sus creadores y
la institución en donde desarrollan sus actividades.
*1. ¿Qué es el HB4?*
El HB4 es una tecnología desarrollada a partir del gen Hahb-4, que confiere
a los cultivos tolerancia a la sequía y la salinidad, mejorando a su vez su
productividad entre un 1 y un 25% sobre las variedades comerciales
actuales. A diferencia de otros productos, este gen mejora la capacidad de
adaptación de las plantas a situaciones de estrés, sin afectar su
productividad.
*2. ¿Cómo se desarrolló esta tecnología?*
En 2002, luego de trabajar más de diez años en el estudio de la respuestas
de las plantas al estrés, el equipo de trabajo de la Dra. Raquel Chan
encontró que el gen Hahb-4 en girasol tenía como función activar los
mecanismos de respuesta de las plantas ante el estrés abiótico (agua y
sales) y biótico (otros organismos). Después de aislarlo y probar su
efectividad en la planta modelo Arabidopsis thaliana, en 2004 la UNL y el
CONICET patentaron el gen y lo licenciaron a la empresa argentina Bioceres
para que transforme especies de interés agronómico y realice las pruebas a
campo. En 2012, se extendió la patente original y se patentó el gen
denominado HB4 modificado, que hoy se aprueba para ser comercializado en la
variedad de soja.
*3. ¿Qué implica este desarrollo?*
La tecnología HB4 no sólo es un gran avance biotecnológico sino que tiene
un impacto muy importante para la producción mundial de alimentos y de
energía. Según datos de la FAO, para 2050 la población mundial llegará a
las 9.000 millones de personas y serán necesarias 1000 millones de
toneladas de cultivos para poder alimentarlas. Dado el contexto de cambio
climático, con períodos de intensas lluvias y otros de prolongadas sequías,
los cultivos verán afectada su producción. Con la tecnología HB4, las
plantas no sólo serán más tolerantes a situaciones de sequía o salinidad,
sino que tendrán mejores rendimientos sin aumentar la superficie cultivable.
*4. ¿Cómo se logra una planta transgénica?*
Una de las estrategias de mejoramiento de las especies vegetales es a
través de la tecnología transgénica. Para lograrlo es necesario primero
identificar y aislar el gen que se quiere transferir, y luego, contar con
una secuencia de ADN llamada promotor que sea capaz de dirigir la expresión
del gen elegido a los órganos donde éste sea necesario y en los momentos en
los que la planta lo necesite. Cada planta tiene entre 30.000 y 40.000
genes. Los científicos de UNL-CONICET lograron identificar el gen de
girasol Hahb-4, que regula la respuesta de las plantas al estrés hídrico, y
después usaron un método natural de transferencia génica, que consiste en
introducir el gen seleccionado a una bacteria (Agrobacterium tumefaciens).
Luego se infecta el embrión de la planta y mediante un proceso natural pasa
el ADN del gen implantado al resto de la planta.
*5. ¿Qué es el IAL?*
El Instituto de Agrobiotenología del Litoral (IAL) es un instituto de doble
dependencia de la UNL y el CONCIET. Se creó formalmente en 2008 con un
grupo de investigadores que desarrollaban sus actividades en la Facultad de
Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB) de la Universidad Nacional del
Litoral (UNL). Sus objetivos fundamentales son el desarrollo de
investigaciones y tecnologías en las distintas disciplinas científicas
relacionadas con la Biotecnología aplicada a la producción agrícola, la
transferencia de tecnología al sector productivo, la provisión de productos
y servicios a la sociedad y la formación de recursos humanos de excelencia
especializados en Biotecnología Vegetal. En la actualidad cuenta con 17
investigadores del CONICET (tres de categoría Superior), 19 becarios
(doctorales y posdoctorales), 5 personas con tareas administrativas y de
apoyo a la investigación y dos investigadores no Conicet. Raquel Chan es
directora del IAL por concurso.
*6. ¿Quién es Raquel Chan?*
Raquel Lía Chan es Investigadora Superior del CONICET, que realizó sus
estudios de grado en The Hebrew University of Jerusalem (1977-1981) y el
doctorado en la Universidad Nacional de Rosario. Entre 1988 y 1992 realizó
estudios de posdoctorado en el Institut de Biologie Moleculaire des
Plantes, Université Louis Pastuer en Francia.
Actualmente se desempeña como Profesora Titular Regular con dedicación
simple en la Cátedra de Biología Celular y Molecular de la Facultad de
Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB-UNL) y como directora del Instituto
de Agrobiotecnología del Litoral (IAL), de doble dependencia UNL-CONICET y
directora del Centro Científico Tecnológico CONICET Santa Fe.
*7. UNL y la ciencia*
La Universidad Nacional del Litoral constituye uno de los principales
centros de investigación científica y de desarrollo tecnológico del país.
Cuenta con un plantel de aproximadamente 1.600 investigadores, sólidamente
formados en las diferentes áreas del saber, y dispone de centros,
institutos y laboratorios modernos y equipados. En la actualidad cuenta con
11 institutos de doble dependencia UNL-CONICET.
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9 años, 3 meses
[UNL] Soja resistente a sequía, un desarrollo que nació en la UNL
by Prensa UNL
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Innovación
Soja resistente a sequía, un desarrollo que nació en la UNL
*La presidenta anunció que se otorgó la aprobación comercial de la soja
resistente a la sequía, un desarrollo biotecnológico realizado por
investigadores de la UNL-CONICET y la empresa Indear.*
El anuncio realizado hoy por la presidenta Cristina Fernández sobre la
aprobación comercial de la soja resistente a la sequía es una noticia de
alto impacto para la Universidad Nacional del Litoral (UNL), pues pone en
boca del país y del mundo un desarrollo que germinó en el interior de esta
casa de estudios, e involucró a un grupo de investigadores del sector
público y privado.
Las semillas con tecnología HB4
<http://www.unl.edu.ar/medios/news/view/la_tecnolog%C3%ADa_detr%C3%A1s_de_...>
que pronto saldrán al mercado, surgieron de una investigación realizada
por un equipo liderado por Raquel Chan, quien a fines de la década del 90
identificó al gen Hahb-4, responsable de activar la respuesta de las
plantas ante situaciones de estrés hídrico. Más de quince años después, con
tres patentes UNL-CONICET aprobadas, y más de diez años de pruebas a campo,
el mundo podrá acceder a esta tecnología que permite producir plantas más
tolerantes a la sequía y la salinidad de los suelos, y con una producción
promedio 15% superior a las variedades comerciales existentes.
El anuncio fue realizado por la presidenta en el marco de un acto por el
Día del Camino y del Trabajador Vial, que tuvo lugar en Tecnópolis. Durante
el acto, la primera mandataria entregó diplomas de reconocimiento a los
investigadores que participaron en el desarrollo de soja resistente a
sequía, así como también a un equipo que desarrolló un cultivo de papa
resistente al virus endémico PVY (Potato Virus Y). En ese contexto
recibieron su reconocimiento Raquel Chan y Gerónimo Watson, responsable de
Indear y del proceso de desarrollo del evento y su desregulación.
*Biotecnología, economía y sociedad*
En su discurso, la presidenta valoró la aprobación de cultivos nacionales
biotecnológicos desarrollados por científicos egresados de la Universidad
pública, nacional y gratuita. “Ellos nos permiten ingresar con la
aprobación de este evento biotecnológico como es la primera soja del mundo
resistente a sequía y el cultivo de papa resistente al PVY, que es un virus
endémico que puede causar pérdidas económicas de hasta el 80%”, dijo.
Asimismo, destacó que estos desarrollos son producto del trabajo de
investigadores argentinos. “Son científicos del CONICET, profesores de
nuestras universidades, asociados con empresas nacionales que producen
estos dos eventos tecnológicos que nos permiten ser el sexto país en el
mundo que produce este tipo de eventos para ayudar a la agricultura, junto
a Brasil, Cuba, Indonesia, China y Estados Unidos”.
El rector de la UNL, Albor Cantard, sostuvo que la liberación de estas
nuevas semillas es fruto del trabajo de muchos años del equipo de la Dra.
Chan e Indear, la empresa de investigación y desarrollo de Bioceres. “De
alguna manera, esta trayectoria viene a ilustrar la importancia del rol de
la Universidad en el surgimiento y el cobijo a líneas de investigación
nuevas, que una vez que se desarrollan, siguen un derrotero más
independiente, constituyéndose, como en el caso del IAL, en un instituto de
doble dependencia con el CONICET”, dijo.
El rector resaltó a su vez el rol de las facultades en este proceso. “Las
Unidades Académicas, en este caso particular la FBCB, son claves en la
incubación de grupos de I+D. Estos grupos, que al inicio pueden ser de muy
pocos investigadores e investigadoras, y contar con un enfoque más básico,
llevan adelante una labor de alta calidad y con una gran rigurosidad
metodológica y científica, que luego puede dar lugar, como en este caso, a
la consolidación de una línea de trabajo, a la producción de conocimiento
de frontera y a la transferencia de tecnología de enorme impacto”.
Seguidamente agregó: “si bien el caso que nos ocupa es excepcional por
muchos motivos, por la importancia económica del desarrollo, por el impacto
que tendrá en la sociedad argentina y de otros países, a la vez es el
camino habitual que se abren muchos grupos de I+D a partir de su trabajo en
la UNL y es el que estamos dispuestos a proseguir".
*Del laboratorio al mundo*
La tecnología que hoy se libera para salir al mercado es el resultado años
de investigación, esfuerzo y recursos puestos en juego, que comenzó en 1992
cuando Raquel Chan retornó al país luego de completar su posdoctorado en
Francia, en el Instituto de Biología Molecular en Plantas de la Universidad
Louis Pasteur. La investigadora, que en ese momento desarrollaba sus
actividades en la Universidad Nacional de Rosario (UNR), comenzó a
investigar cómo las plantas respondían a las condiciones ambientales y a
estudiar los llamados “factores de transcripción”, las proteínas que
regulan estas respuestas de las plantas.
Luego de diez años de ensayos, y ya siendo investigadora y docente en la
UNL, en 2002 el equipo de trabajo de la Dra. Chan publica un trabajo de
caracterización funcional del gen Hahb-4 identificado unos años antes. Los
resultados obtenidos con la planta modelo Arabidopsis thaliana indicaban
que el Hahb-4 estaba involucrado en la respuesta de las plantas al estrés
hídrico (falta de agua).
Dos años después se logró la primera patente, cuya titularidad es conjunta
entre la UNL y el CONICET. Ambas instituciones se asociaron con la empresa
argentina Bioceres, que recibió la licencia para desarrollar pruebas a
campo, y en 2012 llegó el segundo gran avance, con la tecnología HB4,
realizada con un gen de la familia del Hahb-4. A diferencia de otros
desarrollos transgénicos, las plantas con HB4 no ven afectada su
productividad ante la falta de factores estresantes. Por el contrario, los
cultivos que cuentan con esta tecnología aumentan su rendimiento tanto en
condiciones normales como adversas, en porcentajes que van de 1 a 25% por
sobre las variedades comerciales. Esta tecnología fue probada en cultivos a
campo y con el anuncio de hoy supera todas las normas regulatorias para ser
lanzada al mercado.
La dimensión de este desarrollo cobra relevancia si se piensa en que los
cultivos de especies como soja, maíz y trigo no sólo constituyen la base
alimenticia de millones de personas, sino que son cada vez más utilizados
para generar energía. Según datos de la FAO, en los próximos 30 años, sólo
podrá extenderse en un 12% la superficie cultivable, situación que hará
crítica la demanda de cultivos más productivos y menos proclives a sufrir
el impacto del cambio climático. En este contexto y con una población
mundial en constante crecimiento, el desarrollo del HB4 cobra una
relevancia estratégica.
Este hecho fue destacado por la presidenta durante sus palabras. “En el año
2050, con 9.200 millones de habitantes como se estima, vamos a necesitar un
75% más de los alimentos que produce el mundo. Por lo tanto, generar estos
eventos biotecnológicos que nos alejen de las sequías y las plagas para
producir más, hace que estos sean no son solo eventos tecnológicos sino
económicos y sociales, que van a permitir producir más y mejores alimentos
para toda la humanidad”, concluyó Fernández.
*Descarga*
http://www.unl.edu.ar/medios/news/download/13223
*+ Info*
http://goo.gl/MvfJli
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9 años, 3 meses
[UNL] Estudian el impacto de los perdigones de plomo usados en la caza de patos
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Contaminación
Estudian el impacto de los perdigones de plomo usados en la caza de patos
*En ambientes acuáticos de la provincia de Santa Fe quedan anualmente
toneladas de metal de las municiones, que perjudican el ambiente, a las
aves y a quienes consumen la carne de los animales cazados.*
El turismo cinegético, que es ni más ni menos que el turismo de caza,
además de la matanza de la fauna, deja un impacto igual de negativo a largo
plazo, ya que el ambiente queda contaminado con el plomo de los perdigones
que se usan en la actividad. Las especies más afectadas son los patos, que
ingieren accidentalmente los perdigones, que luego son digeridos
absorbiéndose el metal, el que se aloja en sus tejidos, según una
investigación en la que participó la Universidad Nacional del Litoral
(UNL), junto a la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos
Aires (Unicen) y Wildlife Conservation Society (WCS).
En Argentina, son siete las provincias que permiten la caza de aves
acuáticas con plomo. Una es la de Santa Fe, donde se estima que se arrojan
anualmente entre 10 y 15 toneladas de plomo. “La gran mayoría de los
perdigones que salen de cada escopetazo no terminan en el cuerpo del pato
sino en el ambiente. El del perdigón es un plomo bastante estable, esto
quiere decir que no se disuelve, sino que queda bajo la misma forma, salvo
que haya cambios importantes en las condiciones físicas del agua o del
suelo”, destacó Pablo Beldomenico, que estudia el tema en el Laboratorio de
Ecología de Enfermedades del Instituto de Ciencias Veterinarias del Litoral
(UNL-Conicet).
Se trata de un tema poco investigado en el país, a pesar de que el turismo
de caza es una actividad muy intensa. Por eso examinaron estómagos, hígados
y huesos de patos cazados y sangre de patos capturados vivos en las
provincias de Santa Fe y Corrientes, principalmente de las especies pato
picazo (Netta peposaca), sirirí colorado (Dendrocygna bicolor) y sirirí
pampa (Dendrocygna viduata). Los resultados, que saldrán publicados en la
próxima edición de la revista científica Ecotoxicology and Environmental
Safety, indican que todas las muestras de huesos, más de 60% de las
muestras de hígado y 28% de las muestras de sangre contenían
concentraciones detectables de plomo. Una gran proporción de ellas (27%)
mostró niveles altos, mayores al umbral considerado como tóxico.
*Un proceso mortal*
Beldomenico contó que los patos tienen un hábito que, habida cuenta de la
alta concentración de perdigones en el ambiente, les puede resultar mortal:
“Son aves que tienen la costumbre de 'cucharear’ el suelo con el pico en
busca de pequeñas piedritas que les ayudan a triturar los alimentos en su
estómago. El problema es que muchas veces ingieren los perdigones”, detalló.
Según el trabajo, ya en el estómago el plomo se disuelve por la acción
ácida de sus jugos y queda disponible para que lo absorba el intestino. Una
vez en la circulación sanguínea el plomo se distribuye en órganos vitales,
principalmente hígado, riñón, hueso, cerebro, e incluso músculos, aunque en
menor proporción. Los efectos negativos sobre la salud de las aves incluyen
problemas fisiológicos, reproductivos, neurológicos e inmunológicos,
pudiendo también causar la muerte. Sin embargo, el proceso no termina allí,
porque al descomponerse el cuerpo del pato el plomo queda disponible para
otros procesos biológicos nocivos.
“Estamos viendo que los patos están muy contaminados. Sin embargo, nos
resulta difícil medir el impacto en la población, porque son aves que se
esconden cuando están por morir. Pero sí encontramos deterioro en la salud
de ejemplares que conseguimos luego de haber sido cazados”, continuó
Beldomenico.
*El ambiente y el consumo*
Por otro lado, el plomo desechado en el ambiente también puede acumularse
en otros componentes del ecosistema. “Estamos viendo niveles de plomo en el
suelo y en plantas, que por suerte no llegaron a ser considerables como
para alertar a la población. No obstante, hay que seguir viendo y
monitoreando qué está pasando, porque esas toneladas de plomo que se tiran
al ambiente quedan ahí, permanecen y se acumulan. También se disuelven por
los patos y se van haciendo disponibles en forma de moléculas que no tienen
nada que hacer allí”, lamentó.
Pero el plomo llega también a otros destinatarios: las personas que
consumen ocasionalmente la carne de las aves cazadas. “Muchas veces, los
turistas les regalan los animales a las personas de las zonas donde los
cazan y éstos los consumen directamente o los hacen en escabeche. La
conclusión a la que arribamos fue que si alguien consume habitualmente esas
comidas, puede terminar con algún tipo de intoxicación. Se trata de plomo
que se concentra en los tejidos de los animales, pero también pequeñas
esquirlas que quedan por la misma perdigonada, y entonces resulta en
exposiciones a concentraciones muy altas”, finalizó Beldomenico.
Cabe destacar que los resultados sirvieron para que en la provincia de
Santa Fe se legisle limitando la utilización de plomo y alentando el paso
al uso de municiones no tóxicas, una medida sin precedentes a nivel
nacional y pionera en Latinoamérica.
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9 años, 3 meses